Seguro que si piensas en tus novelas o películas favoritas, no es sólo la trama lo que recuerdas de ellas, sino también sus personajes, especialmente aquellos personajes bien construidos y con profundidad. Porque en eso consiste un personaje redondo: es aquel que, aunque sea sólo una creación fictícia, nos parece un ser complejo, con sus defectos, sus dilemas y sus peculiaridades.
Cuando escribimos historias, todos queremos que nuestros personajes sean así. Queremos que los lectores sientan interés y no se olviden de ellos una vez hayan terminado la historia. Pero, ¿cómo conseguimos crear un personaje redondo? ¿Hay algún secreto?