Hoy quiero presentaros, si es que aún no lo conocéis, al escritor madrileño Rodrigo Palacios, que tiene actualmente dos novelas publicadas. La primera de ellas es una apasionante historia a medio camino entre el thriller y la novela negra en la que un detective de homicidios desarrolla un curioso poder: el de ver en los ojos de los muertos la forma en la que perdieron la vida. La novela se llama “Los ojos del centinela” y fue publicada por Leer-e en el 2009.
La segunda de sus novelas se titula “Estanebrage, El último bastión” (Editorial Marlow, 2014) y es una obra de fantasía medieval (más medieval que fantástica, pero con sus tintes de magia) enmarcada en un reino que vive bajo el control de un rey tirano. Pero en este mundo épico, no todos se conforman con su destino y lucharán para defenderse hasta las últimas consecuencias.
Como veis, las dos obras del autor son muy diferentes entre sí. Pero, además del género, tienen otra diferencia relevante, al menos para nosotros los que nos dedicamos al mundo de la escritura: la última la ha publicado con la ayuda de una agente literaria y la primera la publicó él solo.
Así que hemos querido charlar un poco con él para que nos cuente de primera mano cómo fueron las distintas experiencias y que nos hable un poco más sobre su obra. A ver qué os parece lo que nos contó Rodrigo:
Iria: Hola Rodrigo. En primer lugar, me gustaría que nos hablases un poco de tu formación, ya que muchos de nuestros lectores más jóvenes nos escriben con frecuencia preocupados por el tema de sus estudios. Tú que, además de escritor eres ingeniero, ¿qué recomendación les harías? ¿Crees que lo tienen más fácil para dedicarse al mundo de la escritura aquellos que estudian una carrera de letras o es indiferente?
Rodrigo: Responder a esta primera pregunta no es sencillo. Hay disciplinas en las que conocer la teoría significa haber cubierto la mitad del camino. En otras -como el deporte o el arte- esto no es cierto en absoluto.
Para ser escritor hay que escribir. Es una pelea incesante buscando mejores maneras de expresarse, de labrar ideas y de superar la barrera del lenguaje para llegar más allá de él. Estudiar una carrera de letras puede ayudar, pero también ayuda cualquier acercamiento al arte, porque en definitiva se trata de expresar. En mi caso, además de la ingeniería he estudiado interpretación, y ahora me inicio en el canto lírico.
Mi consejo es que quien quiera ser escritor estudie para trabajar en esa otra cosa que también le apasione. Publicar es una carrera de fondo y se necesita mucha paciencia. Es importante que mientras tanto uno tenga posibilidad de sustento y de mantener otro ámbito de su vida enriquecido.
En todo caso, creo que es responsabilidad del artista el abrir su mundo lo máximo posible. La curiosidad es la base de la creatividad. Centrarse sólo en la literatura no me parece la mejor opción.
Iria: Tus dos novelas publicadas actualmente son muy distintas entre sí. ¿Cómo y por qué decides dar el salto de un género policíaco a otro de fantasía histórica?
Rodrigo: No ha sido una decisión plenamente consciente. Soy uno de esos escritores que tiene la sensación de que las historias le eligen a él, más que elegirlas yo a ellas. Mientras terminaba “Los Ojos del Centinela” empezó a tomar forma la idea de una novela ambientada en la Edad Media. Es una época de la historia que siempre ha llamado mi atención. Los personajes fueron apareciendo en mi cabeza, con sus inquietudes, sus dudas. Después llegó el final de la trama, y entonces todo terminó de coger cuerpo. Ya no había vuelta atrás. Tenía que empezar a trabajar en “Estanebrage”.
Iria: Aunque son muy distintas entre sí, ¿crees que las dos novelas poseen, al mismo tiempo, ciertas similitudes? ¿Qué puntos en común te parece que tienen?
Rodrigo: Esto es como preguntarle a un padre en qué se parecen sus hijos entre sí. Sabes que hay semejanzas, pero explicarlo es complicado. Creo que existe un vínculo entre los personajes del detective de la primera novela y del aprendiz de mago de la segunda. Ambos transcurren por una época de fuertes cambios en su vida a los que no saben enfrentarse. Sus luchas internas son muy similares.
Iria: Una pequeña primicia, si es que se puede contar: ¿Qué podemos esperarnos los lectores para tu próxima novela?
Rodrigo: Otro cambio de registro, acción y más peso de los personajes femeninos. Estoy finalizando la revisión de la novela y creo haber conseguido imprimir el ritmo que quería darle. Me gustaría contar más, pero no me dejan…
Iria: Nos gustaría que nos hablases un poco sobre tu experiencia con la agente literaria Déborah Albardonedo, con quien tuvimos la oportunidad de charlar hace unas semanas sobre el papel del agente literario en la vida de un escritor. Cuéntanos, ¿cómo llegas a formar parte de su agencia?
Rodrigo: Llevaba mucho tiempo insistiendo en enviar textos y había conseguido que “Estanebrage” pasara por la fase de lectura de una editorial. El editor en cuestión se puso en contacto conmigo para decirme que le había gustado mucho la novela, pero que, lamentablemente, en aquel momento no encajaba con su línea editorial. Sin embargo, algún tiempo después quiso hacerme el favor de pasarle el manuscrito a Déborah, porque pensó que ella podría ayudarme a encontrar editorial. Así fue como nos conocimos.
Iria: ¿Qué diferencias notas entre haber publicado tu primera novela por tu cuenta y riesgo y la segunda con la ayuda de tu agente?
Rodrigo: La diferencia es abismal. Publicar por tu cuenta no tiene por qué asegurar otra publicación posterior, mientras que de la mano de una buena agente todo resultado es un peldaño en una escalera de ascenso. La publicación de un libro es la consecuencia visible del trabajo que has hecho junto con tu agencia, pero detrás hay mucho más movimiento del que no queda constancia a ojos del público. Tu agente ha hecho sonar tu nombre en muchos sitios, y te tiene siempre en cuenta cuando habla con una editorial en la que cree que tu perfil tiene cabida para futuros proyectos.
Iria: ¿Recomendarías a aquellos de nuestros lectores que estén intentando publicar su obra que busquen un agente literario que los represente o crees que al principio es mejor buscarse la vida en solitario?
Rodrigo: Moverte de la mano de un buen agente literario es como buscar trabajo sabiendo dónde es mejor ir a probar suerte y, después de haberlo hecho, contar además con la información de qué ha ido bien y qué ha ido mal. Yendo por tu cuenta, cuando se cierra una puerta no puedes enterarte de qué parte de la negativa ha tenido que ver contigo (y es sorprendente la cantidad de veces en las que no tiene nada que ver contigo).
Insisto en subrayar lo de “buen agente” porque hay que tener en cuenta que la crisis ha levantado la veda para los piratas, y hay que ser cautelosos. Recomiendo sobre todo que nadie se deje llevar por la ilusión y firme ningún contrato con alguien que le pida dinero por adelantado. Lo importante es que cada paso sea sólido.
En todo caso, mientras uno siga buscando agente no le veo nada de malo a intentarlo en solitario. Es mejor el movimiento, pero desde luego notará la diferencia cuando forme parte de una agencia.
Iria: Para terminar, ¿qué consejo darías a aquellos de nuestros lectores que se están iniciando en la escritura?
Rodrigo: El primer consejo es la paciencia; eso lo habrán oído muchas veces. El segundo es que aprendan a aceptar los palos que recibirán, porque no van a parar de recibirlos y forman parte del oficio. Cuando uno escribe se está desnudando en cierta medida. Por eso al principio cuesta tanto dejar que otros lean nuestros textos, y mucho más que lo lea un profesional. Los halagos son fáciles de aceptar, y es lo que todos desearíamos recibir, pero es importante estar preparado para escuchar lo que no queremos oír. En algunos casos las críticas no aportarán nada, pero la gran mayoría de las veces sí lo harán. Tenemos que hacer callo en los dedos y no acobardarnos, porque un escritor con miedo no sacará lo mejor de sí mismo.
Iria: Muchísimas gracias por tu tiempo, Rodrigo. Estaremos pendientes de tu web rodrigopalacios.com para no perdernos ninguna de las novedades de tu carrera literaria.
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La historia del escritor que creyó en su novela
¿Cómo y por qué conseguir un agente literario?
Comentarios (6):
María de los Ángeles
24/05/2015 a las 16:33
Muchas gracias por el post. Sirvió mucho, sobre todo lo de compatibilizar el estudio/carrera/trabajo con la escritura.
marazul
24/05/2015 a las 18:55
Interesante la entrevista, Iria. Personalmente me quedo con el mensaje de “no tener miedo” muy en la línea de la teoría del profesor Eduard Punset. Eso y la constancia son claves para conseguir el objetivo deseado. Las ayudas externas, tales como un buen Agente literario, nos puede aportar la visión del que conoce ese mundo de las Editoriales y nos da una proyección de realidad de la que el escritor principiante carece.
Gracias Iria y un abrazo
Denise
24/05/2015 a las 22:11
Muy interesante. Siempre se puede aprender algo de la experiencia de los demás. A título personal, me cayó bien porque no le hace asco a ningún género XD Me gustaría poder agenciarme un libro suyo.
Saludos!
Pato Menudencio
25/05/2015 a las 22:37
Cuando uno lee este tipo de entrevistas uno piensa: “si se puede”.
Se agradece, uno se motiva y aprende de esas experiencias.
Saludos.
Isabel
26/05/2015 a las 10:34
Una muy buena entrevista, anima mucho saber que hay gente como nosotros que lo ha conseguido!
Gracias! 🙂
Ángel Gabriel
27/05/2015 a las 00:30
Fue interesante la entrevista, algo que hubiera querido saber es a) Cuantas veces auto revisa su trabajo. b) Si luego antes de enviarlo a un agente o a una editorial, lo entrega a algún critico para una revisión externa.