Leyendo uno de los artículos del guionista de cómics Peter David en su columna But I Digress, nos hemos encontrado una reflexión sobre su experiencia con el desarrollo de personajes de ficción que nos ha parecido muy interesante, por eso hemos pensado en compartir algunos fragmentos del artículo con vosotros, a ver qué os parece:
«Para lograr que los lectores se impliquen emocionalmente en una historia, un escritor ha de lograr que los personajes sean lo más creíbles que pueda, lo más “reales” que pueda. Los aficionados me preguntan qué viene primero, los personajes o el argumento, y para mí siempre son los personajes primero. Si a los lectores no les importan los personajes —si lo que sucede en el argumento no importa porque el destino del protagonista no les interesa— entonces no importa lo innovadora o ingeniosa que sea la historia. Si al público no le interesa lo suficiente el héroe como para compartir su viaje, este haría bien quedándose en su granja (en Krypton o en la Comarca o donde sea). Pero puedes tener a dos personajes sentados hablando en un restaurante durante veintidós páginas y, si la charla es interesante y los personajes enganchan y se desarrollan de una manera u otra, ahí sí tienes una historia.
»Hacer que los personajes sean accesibles no siempre es fácil. Ciertamente este es uno los mayores retos que tuve que afrontar en “Fallen Angel” para DC, ya que la protagonista es una mujer con un pasado misterioso y una moral ambigua. Es, por decisión creativa —al menos para empezar—, inaccesible. Esto cambiará con el tiempo, pero el truco consiste en que el público mantenga la paciencia o la curiosidad para quedarse a ver lo que estoy haciendo. Sin embargo, para compensar, me centro en el pasado y en las vivencias de los personajes secundarios, para que los lectores se interesen por el destino de esos personajes. Me esfuerzo en hacer que todo el mundo de “Fallen Angel” sea “real”, más que solo centrarme en los personajes.
»Pero cuando trabajas con personajes que llevan un tiempo pululando, se te da un cierto grado de complicidad con el lector de primeras. Es por esto que es bastante más fácil mantener y aumentar el número de lectores con personajes ya consolidados que empezar de cero con uno nuevo. No tienes que esforzarte demasiado para que el lector simpatice con Peter Parker, todo lo que tienes que hacer es asegurarte de no fastidiarla demasiado y de no perder la simpatía del público. Y ahí es donde entra en juego la prudencia del editor. Esto lo aprendí a las malas hace años, cuando escribía “Factor-X”.
»(…) Hacer que tus personajes tomen posturas concluyentes sobre cosas importantes implica riesgos. Por un lado, les añades “realismo”. Por otro, te arriesgas a reducir el número de lectores, si los aficionados son realmente tan estrechos de mente como para dejar de comprar “Spiderman” porque, por ejemplo, Peter Parker dice que vota a John Kerry o si J.Jonah Jameson menciona que apoya a George W.Bush. Incluso se podría entender que el guionista utiliza a los personajes como un modo de expresar sus opiniones personales, incluso si simplemente fuera lógico que un personaje en particular tenga una ideología particular si uno ha seguido su historia.
»En definitiva, supongo que el realismo que quieras dar a un personaje dependerá de cuánto te quieras arriesgar. (…) Puedes elegir entre humanizar a tus personajes, darles diferentes capas, con pequeños detalles o a lo grande. Quizá cuanto más importante es lo que hay que decir y más te dan la oportunidad de decir cosas importantes, más te arriesgas a alienar a una parte de tus lectores. Al final, tú tienes que decidir qué es lo que más te importa como escritor.»
¿Qué os parece la experiencia de Peter David? Y a vosotros, ¿cómo os gusta dar realismo a vuestros personajes?
Fuente: Revista Dolmen. CBG #1596, Septiembre 2004. Traducción: Raúl Sastre
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Comentarios (9):
Fabián
05/03/2015 a las 15:34
Pienso igual, la de veces que habré abandonado un libro, pelicula, serie y videojuegos, por culpa de personajes aburridos, repelentes y poco creíbles.
Por mas buena que pretenda ser la historia, si ninguno de los personajes me atrae en lo mas minimo, la historia me aburre, no quiero saber nada de ella.
Un buen ejemplo de estos casos es la serie “Revolution”, o el libro “El nombre del viento”.
En cambio el caso contrario, de historia que puede flojear un poquito pero que gracias al carisma de los personajes, la acabas leyendo, me ha pasado con los dos primeros libros de Geralt de Rivia (“El último deseo” y “La espada del destino”). La historia que cuentan no es para tirar cohetes, pero los personajes me despertaron el interes suficiente para leerlos.
La clave es encontrar un equilibrio entre personajes e historia, pero personalmente creo que los personajes pesan un poco mas.
Maureen
05/03/2015 a las 18:12
Sí, para mí también es importante que los personajes sean creíbles y, si es posible, que me pueda identificar con alguno aunque sea en parte.
Uno de los últimos libros que he leído, “El canto del cuco” de Robert Galbraith (pseudónimo de J.K. Rowling), tiene un protagonista tan interesante que muchas veces a lo largo de la lectura me apetecía saber más de la evolución de su historia personal que del caso de asesinato en el que estaba trabajando.
Clara
05/03/2015 a las 20:13
Coincido en todo, menos en un punto.
Creo que a veces, si el personaje principal es “inaccesible” eso también te puede mantener esperando y leyendo, no tiene por qué adornarse con personajes secundarios para que la gente no se aburra. (aunque ciertamente es un buen truco) Pero creo que si se sabe llevar bien, el lector no se quedará por los secundarios, si no por el protagonista “inaccesible”. Ya que creo que a todo el mundo le gustan los personajes misteriosos que te mantienen con la intriga hasta el final.
Ángel Gabriel
07/03/2015 a las 00:28
Coincido en todo cuando dice el conferencista, que los personajes es lo más importante, porque al rededor de ellos va a girar la historia, la ambientación, la trama, el conflicto. etc.
ILLARGUIA
07/03/2015 a las 12:11
Iria, gracias por compartir estas entrevistas en tu ventana, o escaparate de las fantasías.
Peter David, es una leyenda viva, espero que se recupere de su
derrame totalmente, tiene un punto de vista de guionista, y por tanto sus personajes tienen vida propia, adaptada más a la pantalla que al libro. La traducción que nos traes deja bastante que desear.
En cuanto a los personajes, dependerá siempre de qué historia estés contando, de lo que quieras ahondar. A mí me gusta trazar pinceladas en retazos de conversaciones, al estilo de Valle-Inclán, como en sus esperpentos: la imagen del caballero español delante de un espejo cóncavo. También me gusta el trazo psicológico de las epifanías de Joyce: “-Eres tú Mary. -No, yo no soy Mary. -Ah, pensaba que eras Mary”. Hay un argumento sin personajes en una de las crónicas de Bradbury, una casa con tecnología domótica sigue realizando sus tareas cuando ya se han marchado los últimos colonos.
Me quedo con la última reflexión de P David, al final cada uno tiene que decidir el escritor que quiere ser.
Maria Eugenia
08/03/2015 a las 00:46
Para todas las mujeres que forman parte de Literautas .FELIZ DÍA .
Maria Eugenia.
8 de marzo DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER .
Ryan Infield Ralkins
08/03/2015 a las 23:41
Estoy de acuerdo con que los personajes deben evolucionar, eso es obvio pero también creo que la historia tiene igual importancia. Me explico: en un libro, muchas paginas de dialogo, poca historia, mucha evolución= lo dejare y no lo leeré. Una historia interesante con personajes que evolucionen, seria un 50 y 50, estaría bien.
Esa es mi opinión aunque también admito que es difícil mantener ese balance.
Mi mayor problema al escribir es que tiendo a contar todo a la solta y cuando ya lo he explicado, no tengo ideas. Odio cuando me pasa. Por esa razón escribiré mejor novelas cortas.
Saludos.
KMarce
15/03/2015 a las 06:46
Coincido fuertemente con el realismo que debe de tener el personaje, y no me refiero a un realismo a natura, porque si tu personaje principal es un enano extraterrestre que se pierde de su grupo por ver plantitas…Sino, esa historia transfondo que tenemos todos como personas, y por ende, tambien lo pueden nuestros personajes.
Esto es a mi entender como la vida díaria, en donde te cambias de trabajo y en siete segundos de estar en la oficina ya sabes quienes van a ser tus amigos, porque ves esos detallitos que se ajustan a tí. La foto familiar, el banderín de tu equipo deportivo, el bowl de dulcitos…
Soy fan número uno del detalle, darle una vida en redondo a los personajes principales, simplemente debo saber “todo” de ellos. Es importante la credibilidad de ser persona, la figura de “Desdemona” la dama perfecta no encaja en la realidad, la gente es YIN-YAN, y tus personajes deberían de serlo también. Creo que por eso gusta tanto Woody Allen.
Un personaje debe presentarse como una cita a ciegas, mostrar su encanto, crear misterio para una segunda cita, y luego pese a “conocerlo” con defectos y todo, decides enamorarte de él/ella.
Los personajes secundiarios son muletas para sacar a relucir a nuestro personaje principal, pero nunca deben ser sosos. No me imagino a un Pancho sin esa fe tan ciega, y a su vez ese racionamiento tan natural, o un Sam
KMarce
15/03/2015 a las 06:49
y a su vez ese racionamiento tan natural o un Samazgan Gamgy quien pese a los rechazos de Frodo, siguio fiel.
*perdón, un enter me hizo publicar el texto *