Existe cierta polémica respecto a este decálogo. En muchas revistas y blogs podemos encontrarlo como si su autoría perteneciese al autor norteamericano Erskine Caldwell, pero, al parecer, el autor es el argentino Andrés Neuman.
Al margen de quien fuere el autor, lo bueno de este decálogo es su contenido, del que podemos extraer grandes lecciones.
1. Contar un cuento es saber guardar un secreto
El cuento no es género para chismosos. Se aproxima mejor al estilo de la gente reservada que sabe guardar secretos, que mantiene su propio misterio o, si se ve obligado a revelarlo, lo hará con reticencias.
2. Los cuentos suceden siempre ahora
Aún cuando hablen del pasado. No hay tiempo para más, y ni falta que hace. El cuento es enemigo de la retórica y de los períodos largos que quitan agilidad y velocidad a la trama.
3. El cuento es acción, no sobrecarga de acción
El excesivo desarrollo de la acción es la anemia del cuento. O, mejor dicho, su muerte por asfixia. Hay cuentos de una inmovilidad opresiva pero eficaz.
4. En las primeras líneas se juega la vida
Y en las últimas, la resurrección. Un buen comienzo es como una buena apertura de ajedrez; un buen desarrollo depende de una buena apertura. En cuanto al título, al contrario de lo que muchos piensan, si es demasiado brillante se olvida fácilmente. Debe ser una sutil conjetura.
5. Los personajes no se presentan, actúan
En el cuento el narrador (y menos el autor) no acapara, sino cede la palabra a sus personajes. El cuento es un género que privilegia el punto de vista, la confrontación entre varios ángulos de visión.
6. La atmósfera puede ser lo más memorable de un argumento
En “La caída de la casa Usher”, Poe crea una atmósfera opresiva muy eficaz. La mirada también puede ser el personaje principal.
7. El lirismo contenido produce magia
Pero el lirismo sin freno sólo produce trucos. Bioy Casares dijo alguna vez: “Yo quisiera escribir una novela que tenga, de la intimidad, la falta de énfasis”. ¡Hay que evitar los énfasis líricos! Y los otros.
8. Resulta más fácil mentir desde la discreción
La voz del narrador tiene tal importancia que no debe notarse. Es mejor un narrador reticente, que sabe dosificar sus revelaciones, que un latoso pródigo en detalles superfluos.
9. Corregir es igual a reducir
Ésta es una máxima fundamental. Hay que cortar flecos, encajes, lentejuelas y otros abalorios. La frase corta resulta más natural para un cuento.
10. El talento está en el ritmo
Y los problemas más sutiles empiezan en la puntuación. La buena puntuación ayuda a la respiración del lector y subraya la importancia del ritmo de la prosa.
11. Un minuto puede ser eterno
Y la eternidad cabe en un minuto. La literatura es un continuo rechazo de las leyes del tiempo.
12. Terminar un cuento es saber callarse a tiempo
Las explicaciones finales son odiosas como por lo general los epílogos. El misterio o el secreto dicho a medias convocan a la complicidad del lector, son una señal de respeto porque le obligan a interactuar con el autor, a crear sus propias conjeturas.
Comentarios (5):
suso
27/03/2012 a las 21:39
Se me está ocurriendo que esos consejos igualmente pueden ser convenientes para nuestro quehacer diario. Acaso no es la vida como una gran fábula cómica a veces, trágica en ocasiones y casi siempre insustancial por no aplicarnos a nosotros mismos esas consignas
Literautas
28/03/2012 a las 10:04
Si alguna vez que alguien me pide que le recomiende un libro de autoayuda, siempre respondo “Cómo escribir una tesis”, de Umberto Eco. Un libro fantástico para aprender a escribir una tesis, efectivamente. Pero si, además, se consiguen extrapolar sus enseñanzas y aplicarlas a otras áreas de nuestra vida, es de una ayuda inestimable 🙂 Creo que ejercitar cualquier disciplina nos ayuda a crecer como individuos, a mejorar nuestras pautas de conducta y a conocernos mejor a nosotros mismos. La escritura no podía ser menos.
Muchas gracias por tus comentarios. Un saludo
María Esther
09/04/2020 a las 23:33
Felicitaciones compañeros de Literautas. He leído varios comentarios.
Ha sido un placer.
Beatriz Emilia
06/09/2020 a las 00:46
Mi querida gente de Literautas, qué bueno saber que estuvieron activos, se reincorporarán ahora en Septiembre, me perdí todo este año, cambio de país, un trabajo nuevo, y bueno, no estuve atenta al blog,y lo lamento.
Alguien me puede contar,¿cómo es la nueva normalidad de Literautas?
Les envío un abrazo
Gracias anticipadas
Beatriz Emilia
Astrid Hernández
09/09/2020 a las 05:18
¿ Me estás espiando? tras la ventana, porqué lo haces si reflejar el rostro es un peldaño solitario, que se desvanece como un fantasma recóndito. Pero no me dices ¿ Por qué espías? si solo soy un rostro rubicundo.