Porque no siempre estamos inspirados cuando más lo necesitamos, una de las herramientas más útiles con las que puede hacerse un escritor es un banco de ideas. Este banco puede tener forma de carpeta, de cuaderno, de caja, de aplicación móvil… Lo que prefieras.
La clave está en tener guardadas en algún lugar montones de posibles ideas para crear nuevas historias. Así, cuando termines de escribir algo y no sepas con qué ponerte a continuación, no tendrás más que recurrir a ese banco y buscar alguna idea que te apetezca desarrollar.
Pero como esto del banco de ideas parece más fácil decirlo que hacerlo, a continuación os dejo una serie de consejos que os ayudarán a poner en marcha el vuestro, o a darle más vidilla si es que ya tenéis uno:
Construye hábitos
Lo fundamental para construir un buen banco de ideas con “ahorros” suficientes para las épocas de sequía es crear buenos hábitos y acostumbrarte a generar ideas cada cierto tiempo. Puedes plantearte, por ejemplo, dedicar una horita a esta labor. Si en esa hora logras anotar dos o tres ideas, al final de un año ¡habrás conseguido ahorrar más de cien!
Si tienes tiempo y lo haces un ratito cada día (aprovechando, por ejemplo, los tiempos muertos mientras viajas en el metro), irás todavía más rápido. Parece complicado, pero una vez que comienzas con el hábito de anotar nuevas ideas, te darás cuenta de que no puedes parar.
No intentes desarrollar las ideas
Si lo haces, acabarás bloqueándote. El banco de ideas es solo para notas breves, escenas o personajes que se te ocurren de repente, temas que te gustaría desarrollar algún día, noticias que te han llamado la atención… Han de ser meras anotaciones que depositas en tu banco para recurrir a ellas en el futuro. No te molestes en desarrollarlas aún porque no es el momento.
Mantente alerta
Las ideas no solo aparecen cuando te sientas a pensar en ellas. De hecho, es mucho más fácil obtenerlas el resto del tiempo, si estamos alerta. Cuando escuchas una conversación interesante, lees algo en un libro que te sugiere otra cosa, cuando ves a una persona que llama tu atención y te gustaría convertirla en un personaje…
Por eso es importante que lleves siempre encima algo con lo que escribir o grabar esas ideas que aparecen de repente. A no ser que tengas una memoria portentosa, es posible que se te acabe olvidando si no la anotas inmediatamente.
Deja que otros te inspiren
Cuando leas, ten siempre lápiz y papel a mano y anota ideas que te sugieran tus lecturas. No se trata de plagiar, sino de encontrar inspiración en ese artículo científico, en ese personaje, en ese tema, en esa pequeña trama de un libro que te da una idea para desarrollarla de otro modo…
Puedes hacer lo mismo cuando veas una película, cuando vayas a una exposición o a un concierto. El arte es una gran fuente de inspiración para sugerirnos cosas nuevas. También puedes guardar imágenes o recortes de revistas que te llamen la atención.
Guárdalo todo
Por absurda que parezca una idea, anótala igual. No sabes qué te puede sugerir ese mismo pensamiento dentro de varios meses, incluso años. Tu banco de ideas tiene que ser una especie de cajón de sastre en el que cabe todo y al que recurrir cuando necesites inspiración. Así que olvídate de tu censor interno y escribe sin juzgar tus ideas. Ya habrá tiempo para eso más adelante.
Y vosotros, ¿tenéis algún banco de ideas para los momentos más bajos de inspiración? ¿Cómo soléis trabajar con él?
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Comentarios (17):
Cesat Porras Aramburu
12/03/2015 a las 12:19
Iria, soy seguidor de tu blog, y tus ideas son todas muy buenas, pero este banco de ideas es excelente.
Gracias.
Pato Menudencio
12/03/2015 a las 14:34
Yo las voy anotando en el teléfono.
Denise
12/03/2015 a las 14:38
Excelente entrada, yo tengo un anotador que llevo a todos lados, de modo que en cuanto se me ocurre algo o veo o me dicen o lo que sea que me prende la lamparita, la escribo. Es una de las mejores cosas que se pueden hacer.
Fabián
12/03/2015 a las 18:43
Así fue como empezó un archivo de texto en mi pc, y ahora es una carpeta entera con varias listas que recogen diferentes tipos de ideas: Personajes, escenas, frases que se me ocurren y que me gustan, nombres, términos, y mas.
A ver si algún día me animo a escribir algo largo y serio.
ome tecpatl
12/03/2015 a las 19:28
Es una muy buena costumbre. Pero no se limita al día. No falta que, en medio de la noche, surge la idea genial. Desde hace años duermo con papel y lápiz en mi buró. Saludos!
Anoide
12/03/2015 a las 20:47
Es algo que todo escritor debería hacer. He olvidado tantas ideas por ser una dejada y no anotarlas en el momento… Debo ponerme las pilas con eso; ahora lamento no haber guardado algunas porque estoy en una época de sequía creativa y me está costando mucho ponerme a escribir. Aún no hice nada para el taller 🙁
ricar
13/03/2015 a las 15:13
En mi caso no necesito tener un banco de ideas material sino que todas aquellas que de verdad merezcan la pena transformarlas en historias se quedan todo el tiempo en la memoria y las que no desaparecen con el tiempo. A día de hoy no he tenido ningún bloqueo. Siempre cuando me pongo a escribir las ideas anteriormente atrapadas en mi memoria salen todas en pelotón. Lastima que no pueda desarrollarlas todas a la vez. Aunque aunque hay ocasiones en las que puedo mezclar unas con las otras.
Max
13/03/2015 a las 17:30
Hola
Yo hago algo parecido. Hay veces que una idea o personaje o lugar se me ocurre y lo anoto. Si veo que no tiene cabida y estoy desarollando una historia le pongo una estrella de cinco puntas al lado para marcar que es importante y asi es como un banco de ideas, mas o menos
KMarce
15/03/2015 a las 07:05
Como siempre, excelente entrada.
Tengo pésima memoria para todo, menos para guardar una idea. Todo porque mi cerebrito funciona raro, una palabra es una fotografia completa, a veces hasta un video.
Pero mi padre es Auditor y él lo anota todo. Así que he heredado ese mismo capricho. Lo usual es hacerlo a la vieja escuela, anotarlo en mi agenda. Ahora con la tecnologia, podemos anotarlo en el block en el celular o guardar un archivo de audio.
Yo escucho música cuando escribo. Solo instrumental si ya tengo todo el “big picture” en mente; o escucho canciones cuando estoy buscando ideas. No tengo bloqueos mentales para escribir, las ideas brotan solas, por montones; pero es necesario descartar tambien lo que no te hace avanzar, tal cual dices, No desarrollarlas porque podrias perder tu primer objetivo. Mantenerlas simples.
Coincido que la inspiración esta en cualquier parte, y soy fiel a la hora del sueño, en donde salen la mayoría de mis ideas.
Clara
16/03/2015 a las 00:07
Yo tengo un diario de ideas:3
rosa mir
25/03/2015 a las 00:51
yo tengo un banco de ideas, es una carpeta de acordeón en el que guardo escritos que me surgen de repente y los coloco según donde las puedo aplicar. Ayuda mucho la verdad u.u
Elizabeth AP
29/03/2015 a las 22:02
Me parece interesante el artículo, justo porque es lo que vengo practicando desde hace un tiempo con algunas historias. En ocasiones me viene una idea de algún punto futuro de la historia -al cual aun no llego-, y lo escribo, como un “inter”. Ha sido extremadamente provechoso, porque muchos de los mejores momentos de mis relatos vienen en ese formato, en un instante donde la idea llegó así sin más, y al introducirla, se convierte en un punto de inflexión. Ahora que veo que es todo un ejercicio, cargaré más con un cuadernillo para anotar, que ahora mismo muchas se me han ido porque me limito a escribirlas en el portátil. ¡Muchas gracias por los consejos!
Eduardo Tapia
31/03/2015 a las 05:46
Muy interesante, Yo antes presumía de una gran memoria, aunque últimamente estoy bastante más olvidadizo así que empecé a tener un cuaderno de ideas hace unos meses. Es especialmente útil si planeas crear una ambientación o conjunto de tramas que se desarrollaran entre muchas historias y libros, al final se vuelve imprescindible para mantener la coherencia. Cuando tenga suficiente material desarrollado incluso sería bueno hacer un indice que me recuerde en que libros y páginas hago referencias a las cosas que después se van a desarrollar.
Aunque también es cierto que siempre he tenido tendencia de acumular cosas que me gustan, desde imagenes de internet a folletos de papel particularmente interesantes o vistosos. Al final lo que más falta me hace es un poco de orden.
mundopalabras
01/04/2015 a las 07:33
Hola, Iria. Verdaderamente vuelves a ofrecernos una entrada excelente. Como han opinado otros lectores del blog en los comentarios, es una pena pensar en todas aquellas ideas que se nos escaparon por no haberlas anotado en su momento. Ahora, gracias a tus consejos, será más fácil recopilarlo todo para usar en esos periodos de sequía o bloqueo creativo. 😉 Muchas gracias y ¡saludos!
Frida
06/02/2017 a las 10:24
Un gran consejo Iria y es que es tal y como lo cuentas, o lo anotas o se pierden esas ideas y palabras. Personalmente, tras una vez en la que olvidé la idea que había tenido, empecé a llevar en el bolso una pequeña libretita para notas, aunque a veces, cuando vacío el bolso, me encuentro con servilletas o retazos de un papel que he cogido espontáneamente porque en ese momento no tenía la libretita de notas a mano. Pero creo que los peores momentos de torrente de ideas que he pasado y pasaré, es cuando voy conduciendo y no puedo parar, la inspiración surge y es como: ¡No, ahora no. Voy a olvidarlo todo. No puede ser!.
Literautas
23/02/2017 a las 11:27
Frida, a mí también me ha pasado lo de encontrarme servilletas escritas en el bolso, aunque desde que existen los teléfonos con aplicaciones, me pasa menos.
Para las ideas cuando voy conduciendo, mi truco es buscar un sitio donde parar un momento, saco el móvil y grabo la idea con la grabadora de voz para mandármela. Así me aseguro de no perderla. 🙂
¡Un abrazo y gracias por tu comentario!
Frida
23/02/2017 a las 23:26
¡Una grabadora de voz!, es genial, jamás se me hubiese ocurrido. Muchísimas gracias, en verdad te digo que hoy me has descubierto un Nuevo Mundo.