Decálogo de escritura de Elmore Leonard

Descubre cómo enfrentarte mejor a la escritura con estos diez consejos para escritores noveles de Elmore Leonard.

Decálogo de escritura de Elmore Leonard

“Estas son las reglas que he ido recogiendo en el camino para ayudarme a permanecer invisible cuando estoy escribiendo un libro, para ayudarme a mostrar lo que está sucendiendo en la historia en lugar de contarlo.” —Elmore Leonard

1. Nunca empieces un libro con el tiempo

Si sólo es para crear una atmósfera y no por la reacción de un personaje ante el tiempo, no quieres que se prolongue demasiado. El lector tiende a mirar la hoja buscando a gente. Claro que hay excepciones. Si resulta que eres Barry López, quien posee más formas que un esquimal de describir el hielo y la nieve en su libro Sueños Árticos, entonces puedes hacer todos los partes meteorológicos que quieras.

2. Evita los prólogos

Pueden ser muy molestos, especialmente un prólogo tras una introducción después de un prefacio. Son bastante frecuentes en los ensayos, pero un prólogo en una novela es historia y puedes introducirla en el lugar que quieras.

Hay un prólogo en la obra de John Steinbeck, Dulce Jueves, pero me parece correcto porque se trata de un personaje dejando claras las reglas del libro. Dice así: “Me gusta mucho que se hable en los libros y no me gusta que nadie me diga cómo es el tipo que está hablando. Quiero imaginármelo a partir de la forma en la que habla.”

3. Nunca uses un verbo distinto a “dijo” para introducir un diálogo

La línea del diálogo pertenece al personaje; el verbo es el escritor metiendo sus narices. Pero “dijo” es mucho menos intrusivo que “se quejó”, “susurró”, “advirtió”, “mintió”… Una vez me encontré en un libro de Mary McCarthy una línea de diálogo que terminaba con un “ella aseveró” y tuve que dejar de leer para coger el diccionario.

4. Nunca uses un adverbio para modificar el verbo “dijo”

Le amonestó seriamente. Usar un adverbio de esta forma (o casi de cualquier forma) es un pecado mortal. El escritor está exponiéndose a sí mismo usando una palabra que distrae e interrumpe el ritmo de la conversación. Hay un personaje en uno de mis libros que cuenta cómo él mismo solía escribir romances históricos “llenos de violaciones y adverbios”.

5. Mantén tus signos de exclamación controlados

Tienes permiso para no más de dos o tres por cada cien mil palabras escritas en prosa. Claro que si tienes la habilidad para jugar con las exclamaciones como lo de Tom Wolfe, te dejo manga ancha en esto.

6. Nunca uses expresiones como “de repente”

Esta regla no requiere explicación. He notado que los escritores que usan “de repente” tienden a ejercer menos control en sus signos de exclamación.

7. Usa los dialectos con moderación

Una vez que empieces a escribir mal las palabras del diálogo y llenes una página de apóstrofes, no podrás parar.

8. Evita las descripciones detalladas de los personajes

Steinbeck lo hizo. En “Colinas como elefantes blancos” de Hemingway, ¿qué apariencia tienen el americano y la chica que le acompaña?. “Ella se había quitado el sombrero y lo había puesto sobre la mesa”. Esa es toda la referencia a una descripción física en la historia.

9. No entres en detalles al describir lugares y objetos

A menos que seas Margaret Atwood y puedas pintar escenas con el lenguaje, no quieres descripciones que lleven la acción, el fluir de la historia, a un punto muerto.

10. Intenta quitar la parte que los lectores tienden a saltarse

Piensa en esas cosas que tú te saltas cuando lees una novela: esos gruesos párrafos de prosa llenos de palabras. Evítalos.

Elmore Leonard

Comentarios (12):

suso

15/03/2012 a las 21:50

Parece elemental, de cajón; pero ¡que fácil es pecar¡

Literautas

16/03/2012 a las 10:58

Sí, es muy fácil que se nos olviden estas cosas, pero siempre está bien tenerlas presentes para la fase de corrección del texto, ya que será más fácil localizar los fallos entonces. Y así nos despreocupamos en la primera escritura y dejamos espacio para la creatividad 🙂
Gracias por el comentario, un saludo

Arveloky

24/06/2012 a las 15:24

Se que los mejores autores ni siquiera necesitan explicar quien esta hablando en cada línea de dialogo, pero es una tarea complicadísima. Cuando realizas un dialogo cruzado entre más de dos personajes el “este dijo” o “aquel respondió” en principio parece repetitivo.

¿Que formulas utilizáis vosotros? ¿Que me podéis recomendar?

Literautas

25/06/2012 a las 14:45

Hola, Averloky

Como bien dices, el tema de los diálogos es una tarea complicada. Una de las cosas más importantes (y más difíciles) es lograr que cada personaje tenga su propia voz y se les pueda reconocer. Además, cualquier intromisión del narrador en un diálogo puede hacerle perder ritmo e incluso llegar a sacar al lector de la historia.

Yo creo que lo ideal es, por lo tanto, evitar dentro de lo posible las acotaciones injustificadas del narrador en los diálogos. Ahora bien, si el diálogo es muy largo o hay más de dos personajes, como comentas, se hace necesario explicar quién está hablando para que el lector no se pierda.

Existen varios trucos para ello, y me parece un tema tan interesante que esta semana prepararé un post sobre él. Así me obligo a mí misma a reflexionar un poco más sobre ello 🙂

Como anticipo rápido: hay que emplearlas lo justo, sólo donde sea necesario; evitar el abuso de adverbios dentro de estas acotaciones e intentar no crear un catálogo de verbos (tipo: él asintió, ella afirmó, él se opuso…). A veces es mejor un simple “dijo” repetitivo y que pase desapercibido para el lector. Es una nota para que no se pierda, el narrador no debe hacerse notar demasiado en estas acotaciones.

Pero, lo dicho, esta semana prepararé un post más a fondo sobre este tema, que me ha picado el gusanillo ^^

Arveloky

26/06/2012 a las 22:12

Muchas gracias por la respuesta. Estoy impasiente por el articulo.

Otro del Sur

30/08/2012 a las 22:08

Me parecen geniales y lógicas, aunque no se me ocurrirían.
Gran entrada sin duda.
Un saludo.

Rc

09/10/2012 a las 21:47

Y sin embargo ciertos consejos de Elmore os he visto en otras partes desaconsejados con entusiasmo. Por ejemplo, usar solo dijo. Yo soy de la opinión de que ciertos “susurró” o “replicó” pueden cambiar en mucho la manera de leer la misma frase. ¿Para que estamos los narradores si no? Pues bien, contradiciendome a mi misma diré que no usar dijo nunca, o usarlo siempre acompañado es un tostón y hace ilegible algo.
A que viene esto? A que despues de leer tanto decalogo llegas a una conclusión, Una linea cambia un dibujo, y ciertas manías repetitivas, floreos y tropiezos son errores para unos y esenciales para otros.
Creo que no hay que ser muy radical con nada de esto. Tu estilo se forma solo. Al final, todo es ritmo y emoción. Ocho personas pintan un cuadro y pintan ocho cuadros distintos. Porque lo que cuenta es que pinceladas eliges dar.

Literautas

10/10/2012 a las 20:24

Hola, Rc. Estoy de acuerdo contigo en que no hay que ser radical con las normas y, mucho menos, con los decálogos de los escritores. Ya se sabe que cada maestrillo… 🙂

Lo del verbo “dijo” en los diálogos sí puede ser una exageración. Efectivamente, no es para tanto si ponemos un “susurró” con todos los matices que conlleva, pero sí es cierto que abusar de demasiados verbos distintos en los diálogos para evitar repetir “dijo”, puede ser perjudicial para el texto.

No sé si lo habrás leído, pero a raíz de los comentarios en esta entrada sobre este tema del verbo “dijo”, escribí después otro post llamado El narrador en los diálogos. Por si te interesa, te dejo aquí el enlace: https://www.literautas.com/es/blog/post-1371/el-narrador-en-los-dialogos/

¡Un saludo y muchas gracias por tu comentario! 🙂

Ismael

04/11/2012 a las 04:29

No puedo dejar de leer aquí y allá en Literautas, buscar información en google y de vuelta a Literauta ¡A que me vuelto un literauta! Muy, pero que muy interesante todo. Estoy aprendiendo muchísimo y tengo la sensación que notaba cuando de pequeño, el último año de guardería, cuidamos cada alumno de una caja llena de gusanos de seda, (qué cosas) El patio sigue estando lleno de moreras, árboles que no dan moras, pero tienen un fruto como racimos de uva en miniatura muy, pero que muy dulces. Menudas broncas me echaba la profe por comer tanto de éso como podía sin ser visto jaja total, que son las casi las 3:30 y todavía he de leer dando forma a los diálogos y estoy cogiendo gusto a esto de comentar.

Lope Ávila

06/08/2013 a las 02:52

Las reglas que Elmore Leonard tiene para su escritura son eso: reglas que a él le dan resultado. Si partimos de la idea que toda obra literaria es única e irrepetible y el final de un proceso individual de creación, podemos comprender que cada escritor llega a la construirse su propio camino con su paisaje. Lo importante es el resultado. Las reglas de uno no sirven a otro, aunque al conocerlas y ejercitarse con ellas le ayudará a encontrar las propias.

Luciano

12/11/2013 a las 05:49

que grande Ismael, si escribiera un libro yo le leeria completo, me encanto ese relato de la guardería…. al margen de esto…todo un genio me pareció Elmore… y saco mis conclusiones desdes Elmore y los post: describir al personaje a través de lo que dice… muy interesante, yo suelo creer que necesito una larga descripción para que el lector conozca a mi personaje… ¿Cómo muestro un lugar sin contarlo? imposible 🙂

me gusto mucho este post 🙂

Daniela

04/03/2014 a las 23:07

Muy acertado! Especialmente los puntos 1 y 3. En el primero me pasa lo mismo, siempre que elijo un libro para leer, busco dialogos, siempre me engancho a una historia por la forma en que hablan los personajes. En cuanto al tercero, tenía profesores que me decían que cuando un persona lee, tiene que tener un diccionario al lado ¿acaso una persona no aprende a escribir leyenedo?

Deja un comentario:

Tu dirección de correo no se publicará. Los campos obligatorios aparecen marcados *