«La inspiración existe, pero que me encuentre trabajando», decía Picasso. Sin embargo, hay ocasiones en las que el trabajo no es suficiente y nos quedamos atascados, ya sea porque no se nos ocurre sobre qué escribir, ya sea porque no encontramos el mejor camino para continuar. En esos casos, ¿dónde buscar la inspiración?
Cada escritor es un mundo y no todos nos inspiramos igual. Puede que haya quien necesite mucho jaleo para inspirarse y quien necesite silencio absoluto. Pero sí hay ciertos lugares que suelen ser más propicios para que a los escritores se nos aparezcan las musas. A continuación os cuento cuáles son mis favoritos:
1. Aeropuertos y estaciones
Son lugares en los que siempre hay gente en movimiento. Allí nos encontraremos con despedidas y reencuentros, con emociones a flor de piel, con cambios constantes y un montón de energía circulando a la espera de que alguien la capte para inspirar nuevas historias.
2. El gimnasio
Con gimnasio quiero decir espacios deportivos. Puede ser también la piscina, el paseo por el que sales a correr o a montar en bici, etc. El deporte en general es un buen desatascador de ideas porque relaja, pone el cerebro en marcha y lo oxigena.
3. La naturaleza
Playa o montaña, lo que más te guste, pero un paseo al aire libre es un método relajante e introspectivo que te ayuda a pensar con claridad.
4. Museos y exposiciones
Son lugares perfectos para abrirnos a nuevas experiencias, aprender cosas y encontrar ideas nuevas. No vayas nunca sin un cuaderno y un boli.
5. Conciertos
La música puede ser un gran punto de partida para la búsqueda de ideas. Ir a un concierto, coger un cd y ponerlo en la radio del coche mientras conduces, enchufarte los cascos mientras paseas o bien tirarte en el sofá a escuchar ese disco de jazz que tanto te gusta. ¡Todo vale!
6. El teatro
No solamente por las historias que cuenten las obras, sino porque la proximidad entre los actores y el público genera una energía muy difícil de encontrar en otras manifestaciones artísticas. El teatro es un lugar del que se suele salir con las pilas cargadas y la cabeza en ebullición, dispuesta a producir ideas.
7. Librerías y bibliotecas
Y libros en general. A veces, cuando no se nos ocurre que escribir, es mejor cerrar el cuaderno y ponerse a leer. No un libro ni dos, sino todos los que hagan falta —de ficción, ensayo, teatro, poesía, etc.— hasta que hayamos acumulado tanto que empecemos a producir a partir de lo consumido.
8. La web
Sentarse ante el ordenador es como abrir una ventana al mundo. A veces puede ser peligrosa porque nos hace perder mucho tiempo navegando sin rumbo, pero otras puede ser una fuente de inspiración.
Por ejemplo, hay páginas como Free Historical Stock Photos, donde encontraremos una enorme colección de fotos antiguas dispuestas a darnos ideas.
9. Libros infantiles y sueños
He separado los libros infantiles de los libros en general y lo he puesto con los sueños porque a veces, para encontrar la respuesta a nuestros problemas de inspiración lo que tenemos que hacer es pensar diferente, como en los sueños o en los libros infantiles.
Leer libros como Alicia en el País de las Maravillas o las obras de Michael Ende, por ejemplo, nos expone a razonamientos distintos donde las cosas nunca son como se supone que deberían ser. El mundo al revés, como en nuestros propios sueños. Un ejercicio fantástico para llevar nuestra creatividad un poco más lejos.
10. Tu almohada
Una técnica muy interesante para solucionar problemas relacionados con la escritura es irnos a dormir pensando en ese problema que no conseguimos resolver. Por ejemplo, mientras intentas dormirte, darle vueltas a cómo debería reaccionar ese personaje sobre el que estás escribiendo o qué debería pasar a continuación para que la trama tenga sentido.
Al hacer esto, estamos enviando las preguntas a nuestro subconsciente y, mientras dormimos, él trabajará por su cuenta. Es posible que se le ocurra algo y nos despierte en mitad de la noche con la solución —en ese caso mejor que tengas un cuaderno de notas cerca de la cama— o que al empezar el día siguiente, mientras te duchas o desayunas, se te ocurra de pronto la respuesta de forma natural. No funciona siempre, pero sí a veces. Y para el esfuerzo que supone, merece la pena probarlo, ¿no creéis?
11. Una página en blanco
Por último, uno de mis lugares favoritos para encontrar la inspiración es una hoja en blanco sobre la que emplear la técnica de escritura automática. Si quiero encontrar nuevas ideas sobre las que escribir suelo usar algún disparador creativo para ponerla en marcha.
Si, por el contrario, lo que busco es una respuesta para continuar con una historia que estoy desarrollando, lo que hago es plantear en la parte superior del folio la pregunta o preguntas para las que no encuentro respuesta y, a continuación, empezar a escribir soluciones sin pensar. No importa que parezcan absurdas, es una tormenta de ideas que luego ya se irá puliendo.
A veces también funciona mezclar varios de estos recursos. Por ejemplo, empezar con la página en blanco para luego ir a correr, o a dormir, o a dar un paseo. Si no se me ha ocurrido nada todavía, pruebo de nuevo lo de la página en blanco y seguro que ya tengo nuevas ideas esperando.
Bueno, y hasta aquí mis once lugares para encontrar la inspiración. ¿Qué os parecen? ¿Coincidís en alguno? ¿Tenéis algún otro que no se mencione aquí?
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Comentarios (15):
Iraide
04/08/2013 a las 07:15
¡Bonito artículo! 🙂 Me gustaría añadir el agua en general: ya sea bañándose en la playa, nadando en la piscina -como ya has comentado- y, sobre todo, bajo los chorros de agua de la ducha, el cerebro llega a un punto de relajación en el que las ideas fluyen mucho más libremente.
Un abrazo!!!
Literautas
13/08/2013 a las 17:59
Oh, el agua!! Cierto. Una buena ducha o un chapuzón en la piscina también ayuda 😉
Gracias por tu comentario. Un abrazo
N. T. Hart
04/08/2013 a las 23:47
Muy buenos, justo ayer me pasó eso de tener ideas por ir a dormir.
Una cosa que yo añadiría: hospitales… o cualquier lugar donde haya enfermedades, lo que hago es comenzar a investigar acerca de una enfermedad y preguntarme qué pasaría si mi personaje principal fuera alérgico a su propia ropa (o alguna otra enfermedad), en principio tienes una sarta de estupideces, pero después de un rato se te ocurren muchas cosas…
Saludos!
Literautas
13/08/2013 a las 17:59
Anda! Esa sí que es una propuesta curiosa. No se me habría ocurrido. Yo, como soy algo aprensiva, prefiero estar lejos de esos lugares jajaja 😛
Un abrazo y gracias por tu comentario 🙂
Sabrina
06/08/2013 a las 00:17
¡Lo de preguntarme mientras intento dormir! Eso lo hago 🙂
Me sorprendí cuando se aconsejó pensar, por ejemplo, en Alicia en el País de las Maravillas o en alguna de las historias de Michael Ende… Me sorprendí porque justamente tengo Alicia en el País de las Maravillas y Alicia a través del Espejo y La Historia Interminable de Michael Ende al lado mío… Además de que estoy leyendo Momo.
Literautas
13/08/2013 a las 18:00
Oh, qué buenas lecturas. Todas ellas son obras fantásticas que hay que leer y releer, ¿verdad? Pues a disfrutarlas mucho!! 😉
Un abrazo y gracias por tu comentario
ANLIORAC
12/08/2013 a las 22:49
QUISIERA AÑADIR LOS DETALLES PUEDE ENCONTARSE INSPIRACION EN LOS PEQUEÑOS DETALLES YA SE CADA GOTA DE UNA GRAN LLOVIZNA O EL SIMPLE HECHO DE LAS RUTINAS DE LAS COSAS VISIUALIZANDO TODO EN CAMARA LENTA
Literautas
13/08/2013 a las 18:01
Cierto también. Cuando somos capaces de apreciar esos detalles, solemos estar más en el presente y es más fácil que se nos ocurran cosas. 🙂
Un abrazo y gracias por tu comentario
Diego
15/08/2013 a las 15:24
Yo me inspiro viendo videos de países en los que ambiento mis historias. Ya que no puedo ir a Irlanda o Praga, busco en Youtube muchos videos sobre los paisajes y la arquitectura de dichos lugares y entonces tomo notas y voy armando una estructura.
Andrea
24/08/2013 a las 13:08
Coincido en encontrar inspiración en lugares tan concurridos como las estaciones, aeropuertos o incluso viajando en transporte público. También creo que la música es uno de los mejores disparadores de creatividad, y si puede ser en directo, mejor. De hecho, yo utilizo las canciones como ejercicios de escritura, tomando un verso que me guste y tratando de desarrollar un texto a partir de él. Confieso que nunca se me habría ocurrido buscar inspiración en el deporte, tendré que probar.
Gracias por este listado, me ha parecido muy útil.
Sergio
12/02/2014 a las 11:42
Los felicito por las recomendaciones, las ideas. En fin, aunque suene repetitivo o baladi, cada vez estoy mas convencido lo que lo hacen es basicamente un acto de amor ¡¡adelante!!
leon
13/04/2014 a las 19:03
hola
Betoven se ponía una bolsa de agua fría en la cabeza al srear sus sinfonías, el color azul potencializa la creatividad.
Ayla
02/09/2014 a las 22:26
Yo suelo escribir en mi habitación, encima de la cama, de cuclillas o a lo indio en mi silla. Algunas veces voy a la colina que está detrás de mi casa. Hay sombra y aire fresco, además se ve todas las casas de mi pueblo. También hay una pequeña ermita casi abandonada. Es mi lugar de inspiración.
El ciervo alado
18/01/2015 a las 19:37
Cuando me acuesto todas las noches pienso en lo que tengo que escribir y me imagino que estoy dentro de la historia y que soy un personaje como los demás. He sacado muchas ideas de mi novela de ese modo.
El gimnasio no me parece tan importante pero, son gustos.
Buenas noches!
graciela pedraza
21/01/2015 a las 05:24
recien me conecto con ustedes por primera vez.me gusta mucho esta pagina y tengo algunas publicaciones de poesia en un libro que se llama los giros del tiempo. estoy muy feliz de leer estos comentarios!