Ejercicio de escritura nº22: el teléfono

Descubre aquí un nuevo ejercicio de escritura para poner en marcha tu inspiración.

Tal y como os había prometido, a falta de taller de escritura esta temporada, vamos a publicar en el blog una serie de ejercicios de escritura para que seguir trabajando la creación de historias. Hoy publicaremos el primero.

Pero bueno, veamos en qué consiste el ejercicio (al final de esta entrada encontraréis un enlace para descargar la ficha del ejercicio en pdf):

Ejercicio de escritura 22: el teléfono. Para realizar el ejercicio tienes que escribir una historia, de la longitud que quieras, que:

·Incluya las palabras: billete, secreto y barrio.

·Comience con la frase: El teléfono comenzó a sonar de madrugada.

    Así de sencillo. Una frase de inicio a modo de disparador y tres palabras para incluir a lo largo del relato. ¿Qué os parece? ¿Os inspira alguna historia?

    ¡Feliz escritura!

    Enlaces relacionados

    Lista completa de ejercicios de escritura
    DESCARGA la ficha del ejercicio

    Comentarios (19):

    Candela S.

    11/07/2013 a las 16:28

    A intentarlo, pero con este calor hasta las ideas en crisisssssss.

    José Torma

    13/07/2013 a las 05:35

    Tengo un problema al descargar la ficha del ejercicio… es un PDF modificable? no logro poner el guion largo… Auxilio!!

    Puedo escribir el ejercicio en otro programa y luego pegarlo?

    Es primera vez que voy a usar este formato.. estoy perdido!!

    Literautas

    18/07/2013 a las 12:40

    Hola, José

    Sí es un pdf modificable, pero de todas formas sí te recomiendo escribir primero en un procesador de textos y luego pegarlo en la ficha, ya que, según el lector de pdf que tengas, puede que no tenga corrector ortográfico ni otras características de un procesador, como los caracteres especiales (guiones largos, comillas, etc.).

    Un abrazo y gracias a todos por vuestros comentarios 🙂

    Jose Antonio

    15/07/2013 a las 12:15

    Me siento afotunado de haber dado con este sitio. Llevaba mucho tiempo buscando la forma que iniciarme en la escritura despues de tantos años como lector. Me apunto al ejercicio encantado.

    Iris Herrera

    16/07/2013 a las 19:23

    ¿Cuál es la fecha límite para enviar este relato sobre El Teléfono?

    Literautas

    18/07/2013 a las 12:42

    Hola, Iris

    No te preocupes, no hay fecha límite. Tanto este ejercicio como todos los de la lista de ejercicios del blog, podéis publicarlos cuando queráis en el grupo de escritura de Goodreads:

    http://www.goodreads.com/group/show/105356-literautas

    Un abrazo y gracias por vuestros comentarios. ¡Feliz escritura! ;D

    Javier roldán

    21/07/2013 a las 12:41

    A intentarlo!! Acabo de descubrir este sitio y me encanta. Enhorabuena!!

    Literautas

    22/07/2013 a las 09:30

    Gracias, Javier. Y bienvenido!! Esperamos poder leer el resultado 😉

    Un abrazo y gracias por tu comentario

    Iris Herrera

    21/07/2013 a las 23:47

    Logré pegar el texto en el formulario PDF y le dí Enter. Apareció un signo + en la esquina inferior de la hoja.
    No tengo idea si Goodreads lo recibió o no.

    IRIS HERRERA

    21/07/2013 a las 23:55

    Tengo problemas para enviar el texto una vez que está en el formulario.
    Pregunta PRECISA: ¿Qué paso EXACTO debo efectuar inmediatamente después de pegar el texto en el formulario?

    Literautas

    22/07/2013 a las 09:35

    Hola, Iris

    Te explico: para publicar el texto en Goodreads tienes que apuntarte al grupo dándole al botón “Join now” que aparece en esta página (te pedirá que tengas cuenta de Goodreads):
    http://www.goodreads.com/group/show/105356-literautas

    Una vez seas miembro del grupo, ya puedes publicar tanto en los ejercicios como en el resto de apartados (debates, conversaciones sobre literatura, el club de lectura, etc.). Por ejemplo, para publicar el ejercicio del teléfono tienes que ir a esta página: http://www.goodreads.com/topic/show/1407828-ejercicio-22-el-tel-fono. Si bajas hasta el final de la página verás el recuadro en el que escribir. Ahí tienes que pegar el texto.

    El pfd con el formulario no tiene nada que ver con Goodreads. Lo subimos para que podáis descargar el ejercicio y guardarlo en el ordenador o imprimirlo. 🙂

    Espero haber resuelto tus dudas.
    Un abrazo

    Iris

    22/07/2013 a las 18:16

    Muchísimas gracias por la excelente explicación. Ya seguí el proceso completo de inscripción, etc. y logré publicar mi cuento

    Noel

    18/01/2015 a las 18:30

    Acabo de ver este blog en un programa de televisión y ya me he puesto a ello. ¡Gracias, literautas!

    Jeff.D

    18/01/2016 a las 03:12

    Muchas Gracias! Tanto este ejercicio como los demás me han servido mucho. No se como no me tope con este sitio antes, sin duda es una gran herramienta para nosotros los amantes de la escritura y la literatura.

    Ana

    23/07/2016 a las 19:35

    El teléfono comenzó a sonar de madrugada, debían ser alrededor de las tres, pues Irma había escuchado entresueños que el camión de basura había pasado ya por el barrio. Sobresaltada por lo inoportuno de la llamada y un tanto irritada se volvió a arropar con las cobijas. El teléfono sonó de nuevo con una insistencia que empezó a preocuparla. A tientas y con voz de dormida contestó el teléfono.
    – Diga?-
    Kristy se quedó en silencio, le temblaban las manos…
    -Tía, sólo quería llamarte para despedirme- dijo sollozando
    -Te encuentras bien? Dónde estás?
    -Ya no puedo más, me voy a suicidar-
    -Noo, no lo hagas!-
    -Estoy a punto de saltar de un puente-
    -Kristy, espera!-Fue lo último que escuchó antes de que la policía la llevase a un centro de asistencia psiquiátrica.
    Kristy llevaba días sin comer ni salir de su cuarto escuchando canciones depresivas. Ambos padres trabajaban y siempre llegaban tarde y no tenían tiempo para ella. Con ese ritmo de vida que llevaban era imposible ya que Kristy se encontraba dormida para ese entonces, porque le tocaba madrugar para ir a la Universidad. Kristy vivía en una profunda soledad, tenía carencias que trató de llenar con sus estudios y con un novio que se consiguió. Su universo giraba alrededor de él, pero un día decidió cambiarla por “otra”. Kristy cayó en depresión y a raíz de esto perdió el semestre.
    Se lleno de deseperación y odio hacia sí misma. Su vida empezó a ir en espiral descendiente. Kristy se autolesionaba para “mitigar el dolor”. En secreto, salió esa noche, tomando el billete que estaba encima de la mesa con dirección al puente. Kristy despertó sedada, los psiquiatras la examinaban y le hacían preguntas. -Te tendrás que quedar aquí un tiempo, Kristy- concluyeron.
    Preocupada su tía Irma aguardaba afuera del recinto esperando tener noticias de su sobrina.

    lucas

    06/12/2016 a las 12:23

    muchas gracias me sirvió mucho

    Ofelia Gómez

    28/09/2018 a las 00:05

    El Teléfono
    El teléfono comenzó a sonar de madrugada. Escuchó el tintineo pero no quiso atender, no eran horas para que lo llamara alguien conocido. Finalmente se durmió y soñó que alguien le pedía ayuda. Se despertó terriblemente angustiado, todo había sido un sueño pero le pareció muy real.
    Dio vueltas y vueltas en la cama. Le molestaban las sábanas y la colcha, que estaban revueltas como si hubiera luchado consigo mismo, las estiró como pudo y quiso dormir. Fue imposible. Encendió la lámpara y trató de leer pero no lograba concentrarse, era evidente que esa historia lo ponía nervioso. Se trataba de El Castillo, de Franz Kafka. Siempre tenía problemas con los libros de ese autor pero esta vez quería llegar al final.
    Sus pensamientos se iban para cualquier lado menos para lo que estaba leyendo. Cansado se levantó y guardó el libro en un estante de la biblioteca decidido a olvidarlo allí, aunque bien sabía que en uno o dos días lo volvería a buscar.
    No lograba dormir. Acomodó las almohadas y encendió el televisor. Recorrió todos los canales pero nada le parecía interesante. A la mayoría de las películas ya las había visto y las otras no valían la pena, además estaban los insoportables avisos comerciales. Nada le venía bien, así que se levantó, se calzó las chinelas y se envolvió con una manta. Fue a la cocina y se preparó un tazón de descafeinado con un poco de leche. Pasó a la salita, encendió la pc y acercó el sillón verde que le resultaba tan cómodo. Todo esto lo hizo sentir satisfecho, no dormiría pero estaría bien.
    Se le dio por acordarse de su divorcio. De lo difícil que resultó llegar a un acuerdo. Era asombroso cómo las circunstancias podían transformar el amor en odio en tan poco tiempo. Susana era una buena mujer pero no coincidían en demasiadas cosas. Vinieron las discusiones y una noche estuvieron a punto de agarrarse a golpes. Se dieron cuenta a tiempo y se abrazaron llorando los dos. Fue entonces que comprendieron que aquello no daba para más. Lograron llegar a un arreglo y decidieron seguir como amigos a pesar de sus diferencias. No habían tenido hijos pero aun así había algo que los unía. Imposible vivir en pareja, sin embargo cada tres o cuatro días se hablaban por teléfono y se prometían cenar juntos alguna noche.
    Ya con la pc encendida se puso a reacomodar archivos y carpetas. Muchas notas fueron a la papelera y luego borradas definitivamente. Después se le dio por revisar viejos videos y fotos. Se sintió nostálgico y tal vez triste, se reacomodó en el sillón y cerró los ojos necesitaba calmarse. Decidió usar la técnica de meditación que le enseñó Juárez, uno de sus compañeros del Banco donde trabajaba. Nada perdería con probar. Cerró los ojos y lentamente aflojó el cuerpo. Una y otra vez aparecía Susana en sus pensamientos y hasta le parecía verla desencajada y como si le costara respirar. Se acordó entonces del teléfono, del llamado que no quiso atender, de su sueño donde alguien le pedía ayuda.
    Se levantó como electrizado y marcó el número de ella una vez más. No le importó la hora, aun no eran las seis. Lo atendió un hombre asustado. Dijo llamarse Horacio y que hacía tres días que vivía con Susana, que ella tenía un ataque de asma o algo así y no hacía más que pedir que lo llamara a él. Se vistió a la disparada y pidió un coche. En pocos minutos llegó al añorado barrio, pagó con un billete y sin esperar el vuelto corrió hasta aquel departamento que habían comprado entre los dos cuando se casaron. Le pareció un lugar extraño, solo le era familiar la presencia de Susy.
    Llamó a los médicos de emergencia. Llegaron en unos minutos y poco después todo estaba bien nuevamente. Horacio juntó sus cosas y se fue. Él se quedó a desayunar y avisó al trabajo que se tomaba el día. Ella hizo lo mismo. Hablaron mucho, se contaron secretos. Al mediodía pidieron comida china. Ya atardecía cuando Julio volvió a su departamento. Se habían comprometido a llamarse todas las mañanas y cenar juntos una de estas noches. Se sintió nuevamente feliz, todo estaba en orden otra vez.

    nicolas

    13/09/2023 a las 21:52

    El teléfono comenzó a sonar de madrugada. “Billete, secreto y barrio” se escuchó del otro lado del viejo aparato que reposaba sobre la mesa de luz. Juan colgó sin decir una palabra, cogió una llave del cajón y un maletín algo viejo pero impoluto que asomaba bajo la cama.
    Salió sin mirar atrás y dejando, por esta vez, la puerta abierta.

    FRANCISCO JAVIER RAMIREZ BRAVO

    16/03/2024 a las 04:32

    Es un buen texto que te enseña aque si ayudas a los de mas ati también te pueden ayudar en algún momento que lo necesites

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