Cómo elegir el lugar para ambientar tu novela

Cuando nos ponemos manos a la obra para desarrollar una novela, hemos de tener presente el espacio en el que transcurre la historia. Podemos optar por una ciudad conocida, inventarnos un lugar a nuestro antojo o escoger nuestro propio entorno porque es el que mejor conocemos. Pero, ¿cómo saber si estamos eligiendo el lugar correcto para nuestra historia?

Para intentar responder a esta pregunta, he preparado esta lista de consejos sobre cómo elegir el lugar más adecuado para ambientar una historia. ¡A ver qué os parece!

La importancia del lugar

Lo primero que debemos preguntarnos es qué papel juega el lugar en nuestra historia. Hay novelas en las que las localizaciones son tan relevantes como cualquier otro personaje. Teniendo claro esto, nos resultará más sencillo tomar el resto de decisiones sobre los espacios que aparecerán en el relato o la novela.

La ambientación

Se puede contar una historia de terror en cualquier parte, pero si elegimos el lugar adecuado, la ambientación será mucho más eficaz. Imagina un pueblecito siniestro junto a un pantano, envuelto en niebla cada noche: con esta elección, la atmósfera ya está casi creada.

Lo mismo ocurre con los personajes. Si queremos enfatizar un estado de ánimo o una situación específica, podemos usar el espacio, el clima o el ambiente para reforzarlo. Por ejemplo, si deseamos subrayar la melancolía de un personaje, ¿cuál de estos lugares crees que funcionaría mejor? ¿Una ciudad industrial, húmeda y gris, o un pueblecito mediterráneo en pleno julio, inundado de luz y turistas?

Eso sí, no significa que todos los lugares melancólicos deban ser grises ni que las historias alegres necesiten escenarios luminosos. Es importante tener en cuenta otros recursos antes de decidir, como el siguiente punto.

Los contrastes

El uso de contrastes puede ser muy efectivo, especialmente en géneros como el humor, aunque también funciona en otros. Para destacar la soledad de un personaje, podemos situarlo en un ambiente melancólico, pero también podemos optar por un lugar alegre y lleno de vida: el contraste hará que su aislamiento sea aún más evidente.

Los motivos

Una vez vistos los consejos anteriores, llega el momento de la verdad: ¿por qué elegimos ese lugar y no otro? ¿Por qué ambientar la historia en el centro de Barcelona y no en Londres? ¿Simplemente porque nos gusta más? ¿Es esa razón suficiente?

Si situamos una historia en un lugar real, es positivo tener un vínculo con él, ya que esto nos facilitará transmitir emociones y detalles al lector. Sin embargo, no debería ser la única razón para elegirlo. Ambientar una historia en una ciudad solo porque nos gusta puede ser tan poco sensato como montar un negocio con un amigo solo porque nos cae bien. El lugar elegido debe ser el idóneo para los hechos que queremos narrar y para nuestros personajes.

Conoce tu escenario

Cuando ambientamos una historia en un lugar real, deberíamos conocerlo. Si podemos visitarlo, mejor: hay detalles que solo se captan a través de los sentidos. Si no es posible, documentarnos al máximo es fundamental. Fotografías, películas, documentales, libros sobre su historia, cultura, idioma… Todo lo que aprendamos nos ayudará a comprender ese lugar y transmitirlo en nuestras páginas. Eso sí, evita situar tu historia en Estocolmo si no sabes nada de esa ciudad.

Lugares sin nombre

Hay novelas en las que no se menciona explícitamente el lugar donde transcurre la historia. Puede quedar claro que es un pueblo, una ciudad, un desierto o una fortaleza, pero sin especificar más. Esto da al autor cierta libertad para obviar limitaciones geográficas y puede aportar una sensación de universalidad.

También podemos inventar el lugar, como hizo García Márquez con Macondo, construyéndolo según nuestras necesidades, aunque basado en un entorno conocido. Sin embargo, ambientar la historia en un lugar real también tiene ventajas: nos ayuda a crear un marco más realista y puede captar el interés del lector. Por ejemplo, si alguien es de Madrid o ama esa ciudad, probablemente se sienta atraído por historias que ocurren allí.

En conclusión

La decisión de dónde ubicar nuestra historia depende de la importancia que queramos darle al espacio y de lo que queramos transmitir con la ambientación. Pero nunca debería ser una elección tomada a la ligera, ¿no os parece?

¿Y vosotros? ¿Cómo elegís los lugares para vuestras historias? ¿Suelen ser reales o inventados?