Érase una vez… De qué hablo cuando hablo de correr

Descubre los motivos por los que creo que correr ha mejorado mi escritura y sobre los que he reflexionado gracias a un libro de Murakami.

De qué hablo cuando hablo de correr

Las pasadas Navidades Tomeu me regaló un libro al que le tenía muchas ganas: De qué hablo cuando hablo de correr, del escritor japonés Haruki Murakami. Tal y como esperaba, no me decepcionó, así que he decidido aprovechar para hablaros un poco de él.

Resumen del libro: En 1982, tras dejar el local de jazz que regentaba y decidir que, en adelante, se dedicaría exclusivamente a escribir, Haruki Murakami comenzó también a correr. Murakami reflexiona en este libro sobre la influencia que correr ha ejercido en su vida y en su obra, comparando por momentos el correr con el escribir, ya que esta última también resulta para él una actividad física y agotadora.

De qué hablo cuando hablo de correr es un libro contagioso, que te carga las pilas tanto a la hora de correr como a la hora de escribir. La verdad es que se trata de uno de esos libros que yo recomendaría a todo el mundo, pero no me atrevo a hacerlo. Prefiero ser prudente porque no sé si le gustaría igual a alguien que no tenga correr entre sus aficiones. Ahora bien, si te gusta correr y/o te gusta escribir, creo que este libro te interesa.

Tampoco quiero ponerme toda loca y empezar a hacer proselitismo del running. No creo que a todo el mundo le tenga que gustar correr y, al igual que en la escritura, cada cual tendrá que encontrar el deporte o actividad que se adapte a su forma de ser. Pero sí me gustaría hacer una breve lista con los motivos por los que creo que correr ha mejorado mi escritura y sobre los que he reflexionado gracias a este libro:

Mente sana en cuerpo sano

Una frase manida, pero cierta. Si mi cuerpo está más sano, me siento mejor y mi actitud ante los problemas y ante la vida es más positiva. Tengo más fuerza. Además, parece ser que correr desarrolla el cerebro, sobre todo las zonas relacionadas con la memoria y el aprendizaje.

Fuera el estrés

Correr me limpia de nervios y estrés, me despeja la cabeza y provoca que mis pensamientos fluyan mejor. Si estoy atascada con la trama de una historia o si me cuesta olvidarme del día a día antes de ponerme a escribir, correr es una buena forma de lograrlo.

Todo es posible

Hace falta fuerza de voluntad para escribir todos los días, para terminar una novela. Hace falta mucha fuerza de voluntad. Más todavía que para hacer deporte. Empecé a correr poco a poco, unos minutillos al principio y luego fui aumentando. Correr me ayuda a desarrollar la fuerza de voluntad. Si puedo calzarme las zapatillas y salir a correr caiga quien caiga, me resulta más fácil convencerme luego para sentarme a escribir.

El sufrimiento es opcional

Correr me hace más resistente, a nivel físico y a nivel mental. Uno de los primeros pensamientos que subrayé al leer el libro de Murakami fue el siguiente: «El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional, depende de uno. Por ejemplo, cuando una persona que está corriendo piensa: «Uf, qué duro, no puedo más», lo de la dureza es un hecho inevitable, pero lo de poder o no poder más, eso queda ya al arbitrio del interesado.».

Desde entonces me lo repito como un mantra porque creo que es cierto tanto a la hora de correr como a la hora de escribir. Una novela, por ejemplo, puede hacerse cuesta arriba en según qué momentos. Es difícil, será difícil inevitablemente, pero el sufrimiento es opcional.

Nunca es tarde

Es otra de las ideas que más me ha motivado del libro: Murakami tenía 33 años cuando se puso a correr y a escribir. Nunca antes había hecho ninguna de las dos cosas. Ahora tiene 64 y sigue corriendo ¡maratones!. Si el pudo, ¿por qué no voy a poder yo?

Así que gracias a este libro, ahora estoy más motivada y corro más y mejor. ¡Escribo más y mejor! Pero bueno, dejo ya el rollo y voy con el inicio del libro, que es de lo que trataba esta entrada:

Inicio del libro:

«La existencia de una máxima que dice que un auténtico caballero nunca habla de las damas con las que ha roto, ni de los impuestos que ha pagado es…, es una mentira como una catedral. De hecho, acabo de inventármela. Disculpen. Pero, si de veras existiera una máxima como ésta, tal vez otra de las condiciones para ser un auténtico caballero sería la de no hablar nunca de los métodos que utiliza para conservar su salud. En efecto, los caballeros de verdad no suelen prodigar charlas en público sobre este tema. Al menos así me lo parece a mí».

¿Y vosotros? ¿Lo habéis leído? ¿Practicáis algún deporte que os ayude a concentraros en vuestra escritura?

Enlace

De qué hablo cuando hablo de correr, de Haruki Murakami

Comentarios (14):

ManuelTV

08/02/2013 a las 14:18

“«El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional, depende de uno.” Esta frase me ha encantado.

Literautas

12/02/2013 a las 11:33

Sí, muy buena 🙂
Un saludo y gracias por tu comentario

Iraide

08/02/2013 a las 14:31

Me parece un artículo interesante, y creo que además se puede aplicar a otras actividades físicas. De todos modos, más potente que la fuerza de voluntad es la motivación, la capacidad para encontrar una fuente de disfrute o al menos un aliciente en el ejercicio. 🙂

A mí, por ejemplo, correr no me llama, pero en cambio me gusta ir a un gimnasio en el que se va registrando mi progreso. Esto también es aplicable a la escritura: ¿qué es lo que nos motiva de ella? ¿Qué hace que nos mantengamos enganchados al largo proceso de creación de una novela? Puede ser la recompensa a medio plazo, o la satisfacción de haber escrito equis palabras al día, o el poder compartir lo creado con otras personas…

Eso sí, algo de dolor es inevitable para “parir” una obra o pulir un músculo, y en manos de cada uno está enquistarse en el sufrimiento o verlo con un poco de perspectiva.

Literautas

12/02/2013 a las 11:36

Sí, la motivación es fundamental tanto para el ejercicio como para la escritura. Cada uno al final tiene que encontrar sus alicientes, ¡¡pero sería genial descubrir la fórmula mágica para motivarnos!! jajaja

En cuanto al sufrimiento, yo creo que se puede vencer si se piensa en los beneficios, en los resultados, en lo bien que te sentirás después. 🙂

Un abrazo y gracias por tu comentario

Vir

08/02/2013 a las 15:15

Yo tengo este libro y me ha encantado, como casi todos los de Murakami (es uno de mis escritores favoritos, tengo casi todos sus libros, deberían darle en nobel ya x dios!)
Sí es cierto que motiva mucho su lectura, pero al menos para mí, esa motivación va perdiendo fuerza al paso de los días… Siempre pienso que tengo que sentarme a escribir todos los días, pero luego, encuentro otras cosas qué hacer. Suelo tener fuerza de voluntad para todo, pero para esto me cuesta un montón ser constante… 🙁

Literautas

12/02/2013 a las 11:37

No te preocupes, que no estás sola en eso. Creo que es el mal más extendido entre los escritores: cómo cuesta ser constante y ponerse a la faena. Habrá que tener una lista de libros motivadores e ir leyéndolos con frecuencia para que no se desgaste la motivación 😀

Un abrazo y gracias por tu comentario

Zelfus

08/02/2013 a las 15:32

Actualmente me encuentro en un debate conmigo mismo acerca de eso de recomendar o no libros, recomendar o no autores, y sobre todo recomendar o no recomendar. Por ahora, va ganando el argumento que dice que no comprometes a nadie más que a ti mismo al recomendar, y hablas de cómo te ves. Me gustó lo del sufrimiento como opcional, pero por otra razón. No dice “puedes evitar el sufrimiento” sino que tienes la opción. A veces me gusta sufrir un poco para conseguir algo, porque siento que la victoria es más emocionante. Todo en su justa proporción.

Dos detalles para terminar: encontré un error ortográfico (tengo el vicio del profesor de señalarlo) y una frase que no entendí bien (¿será algo gramatical?), y me interesa leer el libro especialmente porque con ese inicio, no sé cómo Murakami justifica el hablar acerca de su propio correr.

Literautas

12/02/2013 a las 11:39

Uy, se notaba que era lunes que estaba despistadilla. Corregido el error 😛
Muchas gracias por el aviso.

En cuanto a lo del sufrimiento, creo que, efectivamente, no se trata de evitarlo, sino de no regodearse en él. Es decir, va a ser doloroso. Pero cada uno decide cuánto se recrea en el sufrimiento. 🙂

¡Un saludo y gracias por tu comentario!

sonia

08/02/2013 a las 17:02

A mi Murakami me gusta bastante . Este libro lo dejaba un poco de lado porque al no gustarme ni atraerme correr pues ..pensaba que no tenía mucho que aportarme claro, que con lo que dices Iria , lo estoy pensabdo de otra forma…seguramente le daré una oportunidad.
Por cierto genial tu libro!! Lo tengo en Kindle y estoy enganchadita literalmente,
Un abrazo,

Literautas

12/02/2013 a las 11:41

¡Oh! ¡Qué ilusión! 😀
Muchísimas gracias, Sonia. Ya me contarás qué te ha parecido 🙂

Pues si te gusta mucho Murakami, al margen de correr, es posible que disfrutes con el libro por lo que cuenta de él mismo. Siempre es interesante leer cosas de la vida de un autor que nos gusta, ¿verdad? Además, en su línea, el libro resulta muy ameno

Un abrazo y gracias por tu comentario

Isabel

11/02/2013 a las 11:58

Hola a todos. Me han gustado tanto la entrada como los comentarios. Yo también me he quedado con la frase «El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional, depende de uno». Me recuerda a esta otra: «No puedes cambiar las cosas que te pasan, lo que puedes cambiar es la manera de reaccionar frente a ellas». Y es que en el punto de vista está la clave de muchas cosas, entre ellas la literatura.
Yo salgo a correr dos veces por semana y la verdad es que revitaliza cuerpo y mente, como decía no sé quién. No me resulta el deporte más divertido, pero me quedo tan bien y con la mente tan despejada, que me engancha. Tiene ese componente de constancia y esfuerzo que como decís comparte con la escritura.
Como a muchos, escribo bastante menos (muchísimo menos) de lo que me gustaría, y no por una cuestión de fuerza de voluntad, sino más bien porque pese a todo mi empeño, el día a día me come el terreno.
No he leído a Murakami. Es uno de los autores que tenía en mente por las buenas críticas que tiene, pero desde que supe que las traducciones de los libros orientales no suelen ser casi nunca del original, me he vuelto algo reticente…
Un saludo (y disculpad la parrafada).

Literautas

12/02/2013 a las 11:56

Hola, Isabel

A mí también me tiraba para atrás el tema de las traducciones. Si ya se nota de un libro en inglés o francés, de un libro oriental con todos los matices que se perderán por el camino, si la traducción es de “segunda mano”, ni te cuento. Pero la verdad es que merece la pena a pesar de esto. El pasado año leí bastantes novelas japonesas (no solo de Murakami) y he encontrado alguna que otra joyita, incluso traducidas. Además de que he aprendido cosas nuevas de otra cultura, que siempre se agradece. 🙂

Un abrazo y gracias por tu comentario 🙂

Cárlos

20/04/2014 a las 13:05

Yo prefiero el yoga. Creo que cada uno encuentra su propia forma de hacer yoga. Encuentro cierto paralelismo con esto y la escritura. Dejé de correr hace muchos años, creo que mi cuerpo y mis cualidades se adpatan mejor al yoga.

El reto

28/04/2014 a las 12:02

Muy acertada tu valoración y análisis del libro. Lo leí hace años cuando me preparaba para una maratón y ahora lo volveré a leer para preparar otra, mucho más dura pero también mucho más gratificante. Me encantaría que te pasaras y le echaras un vistazo:

http://www.elretoimposible.com

Gracias y un saludo

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