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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

Personajes redondos: ¿Qué son y cómo crearlos?

Seguro que si piensas en tus novelas o películas favoritas, no es sólo la trama lo que recuerdas de ellas, sino también sus personajes, especialmente aquellos personajes bien construidos y con profundidad. Porque en eso consiste un personaje redondo: es aquel que, aunque sea sólo una creación fictícia, nos parece un ser complejo, con sus defectos, sus dilemas y sus peculiaridades.

Cómo crear personajes redondos

Cuando escribimos historias, todos queremos que nuestros personajes sean así. Queremos que los lectores sientan interés y no se olviden de ellos una vez hayan terminado la historia. Pero, ¿cómo conseguimos crear un personaje redondo? ¿Hay algún secreto?

Lo cierto es que existen una serie de trucos para conseguir que un personaje guste a los lectores, pero lo fundamental es que el personaje esté bien construido desde el origen. Para ello, nada mejor que haber trabajado a conciencia los pilares de la creación de un personaje: defectos, desventajas y peculiaridades.

Los defectos del personaje

Un defecto es un aspecto negativo de la personalidad o creencias del personaje que influye en la trama. Puede tratarse de un rasgo que el personaje debería haber mejorado, pero no lo ha hecho. O puede ser una falsa creencia que afecta a sus decisiones.

Dependiendo del impacto que un defecto tenga en la historia, puede clasificarse como defecto menor, defecto importante, o defecto fatal.

Defectos menores

Los defectos menores son manías o pequeños fallos del personaje que sirven para crear tensión, momentos divertidos y conflictos secundarios. Pueden tener impacto en la trama o en el arco del personaje, pero sin ser determinantes para la historia.

Por ejemplo, la vanidad y el orgullo de Amy en la novela Mujercitas, de Louisa May Alcott, son defectos menores que crean situaciones divertidas.

Defectos mayores

Los defectos mayores tienen un impacto mayor en la historia, hacen avanzar la trama y afectan no sólo al personaje, sino a quienes lo rodean. Por ejemplo, un personaje tan orgulloso que no es capaz de reconocer un error y disculparse, de manera que acaba metiendo a sus amigos y a sí mismo en problemas.

Defectos fatales

Los defectos fatales son los que tienen el mayor impacto en la trama y entran en conflicto directo con los objetivos del personaje. Un defecto fatal sería como un antagonista más en la historia y si el personaje no supera este defecto, fracasará.

El defecto fatal es un aliado fantástico para crear arcos de personaje y para hacer hincapié en el tema de la historia: gracias a la superación de su defecto fatal, el personaje aprende una lección fundamental.

Para poneros un ejemplo, imaginemos un jugador de fútbol con muchísimo talento, pero demasiado vanidoso para ser capaz de jugar en equipo. La historia podría llevarnos a que el equipo no podrá ganar la gran final a menos que el personaje sea capaz de superar este defecto.

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Las desventajas del personaje

Una desventaja es una condición o limitación del personaje que está fuera de su control y que supone un obstáculo para lograr sus objetivos. Las desventajas no son algo que el personaje pueda superar, pero debe encontrar la manera de alcanzar su objetivo a pesar de ellas.

Una discapacidad física, por ejemplo, podría ser una desventaja. No se puede eliminar, pero si el personaje, a través de la perseverancia y la determinación, logra sus objetivos a pesar de esa discapacidad, tendrá mucho más mérito. Se habrá ganado la admiración de los lectores.

Las particularidades del personaje

Las particularidades son las que hacen realmente únicos e interesantes a los personajes. Pueden ser pequeños detalles, como una obsesión o una afición que defina su personalidad. Por ejemplo, el personaje de Nino en Amélie, de Guillaume Laurant, está obsesionado con coleccionar las fotografías que la gente tira en los fotomatones.

Las particularidades de los personajes no deberían ser aleatorias. Es mucho más interesante si consigues que tengan un motivo y las incluyas en la trama. Puede que estén vinculadas con sus defectos, con su pasado, con el tema de la historia… Pero úsalas y no las dejes en una mera anécdota.

En la película de Amélie (en la que, por cierto, casi todos los personajes tienen entrañables particularidades), la particularidad de Nino define al personaje y mueve la trama hacia adelante. Es esta peculiaridad lo que hace que Amélie se enamore de él y lo que los une cuando tienen que desentrañar un misterio: las fotografías de un misterioso hombre que siempre sale con la misma expresión y que Nino se ha ido encontrando por toda la ciudad a lo largo de los años.

Conclusiones

No todos los personajes de las historias que escribas tendrán que tener defectos, desventajas y particularidades. Pero sí es importante que pienses en tus personajes principales y en si incorporar alguno (o todos) de estos puntos a su personalidad aportará algo a la historia. Normalmente sí aporta.

¿Y vosotros? ¿Soléis tener en cuenta alguno de estos aspectos cuando construís vuestros personajes?

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1 comentario

  1. 1. Julieta dice:

    Hola a todos! Qué emoción que el blog esté de vuelta!!!
    Muy interesante el posteo, crear personajes profundos es lo que más me cuesta, así que recurriré a esta información bastante seguido seguramente.
    Feliz regreso!

    Escrito el 9 octubre 2024 a las 11:48

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