Entrevista a Teo Palacios: «El talento no sirve de gran cosa si no estás dispuesto a trabajar»

Hace un par de semanas publicamos en el blog una entrada sobre cómo encontrar el curso de escritura perfecto. A raíz del mismo, hablamos con Teo Palacios, autor de novelas y profesor de cursos de escritura, para que nos diese su visión sobre el asunto.

Teo tiene a día de hoy cuatro novelas históricas publicadas en varios idiomas y diez años de experiencia dentro del sector editorial, como asesor, corrector de textos, tutor de cursos de escritura y coordinador de talleres. ¡Un punto de vista muy valioso! Veamos qué nos ha contado:

Iria: Antes de nada, muchas gracias por tu tiempo. Creemos que puedes aportarnos mucho teniendo en cuenta tus años de experiencia.

Teo: Es un placer atenderos. Os sigo con atención y suelo compartir muchos de vuestros artículos.

Iria: Después de todo este tiempo trabajando como escritor, con varias novelas publicadas y, al mismo tiempo, como tutor de otros escritores, entre los cuales algunos han conseguido publicar sus obras, ¿cuál crees que es el camino hacia la publicación?

Teo: Empezamos con una pregunta de infinitas respuestas… No hay un solo camino para publicar a día de hoy. Hay autores que desde su primera novela encuentran una editorial potente que apueste por ellos, como mi propio caso. Pero también hay quien no encontraban respuestas editoriales, probaron la autopublicación y al final las editoriales llamaron a su puerta. Así que yo no hablaría de caminos hacia la publicación, sino de una actitud hacia la publicación.

El escritor que quiera publicar va a tener que desarrollar, si es que no las tiene, una serie de cualidades:

-paciencia (escribir una novela lleva meses en el mejor de los casos, y las editoriales tardan meses en contestar, si es que lo hacen. Si no tienes paciencia, dedícate a otra cosa).

-capacidad de trabajo (escribir una novela te va a requerir muchísimas horas de trabajo en tu escritorio, a solas, normalmente después de una jornada agotadora en el trabajo que te da de comer).

-y sobre todo constancia. Stephen King cuenta la anécdota de que cuando empezó a escribir clavó un clavo en la pared y empezó a enganchar en él todas las cartas de rechazo que recibía. Mucho tiempo después, tuvo que quitar ese clavo y poner otro más largo porque ya no le cabían más. Hemingway fue rechazado 27 veces antes de ser publicado, y a J.K. Rowling hubo 12 editoriales que le dijeron que no les interesaba Harry Potter

Si quieres convertirte en escritor, necesitas ser constante, porque cumplir ese sueño te va a llevar mucho tiempo, incluso si eres realmente bueno, a menos que te toque la lotería con el primer boleto que compres.

Iria: Respecto a los cursos de escritura, con la enorme oferta de la que disponemos hoy en día en la red, ¿qué aspectos crees que son los más importantes a tener en cuenta a la hora de decidirse por un curso u otro?

Teo: En primer lugar yo me fijaría mucho en quién imparte el curso en cuestión. En esto, como en muchísimas otras cosas, hay un intrusismo bestial y cualquiera imparte cursos de escritura. Hay infinidad de cursos que están impartidos por personas que ni siquiera han publicado una novela. Entonces, ¿qué pretenden enseñar? Se puede saber mucha teoría narrativa, sí. Pero el escritor se forja peleándose día tras día en la creación de historias, de personajes, de conflictos, de tramas… Mi primer consejo a quien quiera hacer un curso de escritura es que se fije en el currículum literario de quien lo imparte: si no tiene obras publicadas por editoriales potentes, o es una auténtica fiera de la venta en la autopublicación, desconfía.

Otro aspecto importante: El curso debería incluir ejercicios prácticos. A escribir se aprende escribiendo, no recibiendo información. La información, la teoría, es necesaria, pero hay que llevarla a la práctica, hacer nuestras esas técnicas para conseguir plasmar lo que deseamos, y eso pasa por escribir. Por tanto, el curso debería incluir ejercicios revisados y corregidos individualmente.

El acceso al profesor es crucial. Si solo te va a atender en las horas de clase, o una hora a la semana para contestar preguntas, mal vamos, porque cuando quieras escribir seguro que te surgen dudas sobre cómo hacer esto o aquello. Así que asegúrate de tener una buena tutoría. Como consecuencia de esto, huye sobre todo de los cursos que te dan el material por escrito y ya te apañarás tú.

Y luego entran otras consideraciones ya más personales. Prefieres un curso presencial o te va mejor Online, por ejemplo.

Iria: En tu web podemos encontrar un curso de corrección de textos y varios de escritura de novela, que varían según el nivel. Háblanos un poco sobre el funcionamiento de estos cursos. ¿Cómo los organizas, cuál es el procedimiento de trabajo, etc.?

Teo: El curso de corrección está enfocado a dos tipos de personas: por un lado, aquellas que desean encontrar un hueco en el sector editorial trabajando como corrector, y por otro a los escritores. Es sorprendente la cantidad de gente que quiere dedicarse a escribir sin conocer con detalle las reglas ortográficas y gramaticales.

Los cursos de escritura son para personas que disfrutan escribiendo, tengan o no la intención de convertirse en escritores profesionales, aunque evidentemente este es el objetivo del curso: que puedas terminar escribiendo novelas que interesen a las editoriales.

Todos ellos los realizo online, a través de videoconferencias en directo que se graban en vídeo para que puedan verse tantas veces como quieran. Y ambas vertientes tienen ejercicios, de corrección el primero, de narrativa el segundo.

Además, ofrezco una tutoría permanente. Esta mañana, por ejemplo, a las 9, estaba contestando a un alumno una duda que tenía. A mí me gusta el trato directo. Me gusta tender la mano al autor que llega a mis cursos y ayudarle a avanzar, es lo que me hubiera gustado encontrarme cuando empecé a escribir, por eso me hago plenamente disponible.

Todas las semanas tenemos una sesión en directo, ejercicios corregidos y comentados a nivel individual, atiendo dudas y preguntas… Y finalmente, organizo mensualmente encuentros con profesionales del sector editorial (correctores, editores, agentes, escritores…) a fin de que los autores que llegan a un mundo oscuro y opaco puedan conocer mejor a lo que se van a enfrentar.

Además, todos los años se publica por una editorial tradicional, Ediciones Triskel, en papel y a nivel nacional, una selección de relatos de mis alumnos que van acompañados de primeros espadas de la narrativa, como Juan Ramón Biedma y Susana Vallejo en la primera de estas antologías. Los beneficios de esta antología son totalmente solidarios.

Iria: Hemos visto también que el precio de los cursos es mensual. Sé que es difícil generalizar, pero calculando una media estándar, ¿podrías decirnos cuánto tiempo tardan tus alumnos en completar uno de estos cursos?

Teo: Mis cursos están diseñados, todos ellos, con una duración de 12 meses. Si lo dejas antes, te pierdes una parte importante del contenido, con lo que te quedarás cojo en tu objetivo de convertirte en escritor. Si no realizas los ejercicios, igual.

Luego hay alumnos que le ponen más ganas que otros y crecen con mayor rapidez, se les ve una evolución mayor, pero esto depende más del interés, de cuál sea el objetivo individual.

Independientemente de cuál sea el caso, siempre avanzamos igual: contenido nuevo cada semana, que habrá que practicar en un ejercicio que se corregirá y comentará a nivel individual. De ahí la duración del curso, porque no puedes crear desde cero y desarrollar historia, personaje y tramas, más el objetivo concreto del ejercicio en cuestión, por ejemplo el desarrollo de la fuente de un conflicto, o el aumento de la tensión narrativa, en dos días repitiendo el proceso una y otra vez.

Necesitas tiempo para hacerlo bien. Las prisas no son buenas consejeras para escribir.

Iria: Tus cursos de novela se basan en un método que tú mismo has creado y que llamas el método PEN. Sin desvelarlo por completo, claro, ¿puedes contarnos un poco en qué consiste?

Teo: El método PEN es el sistema que yo mismo utilizo para escribir mis novelas. Está basado en la planificación (Planificación Evolutiva de la Novela: PEN) de cada uno de los elementos narrativos que debes introducir, sí o sí, en una obra narrativa. Si te faltan, la novela no funciona. Lo sé muy bien… Yo también fui escritor novel y me estrellé con mi primera obra.

En este método he volcado toda la experiencia acumulada durante diez años como escritor profesional, profesor de narrativa y asesor editorial para empresas del prestigio de Ediciones B o Edhasa.

Lo que hago en el método PEN es ofrecer una clase de una hora y media en la que desarrollamos un elemento, por ejemplo el detonante del conflicto, o la caracterización del personaje, o cualquier otro tema. Al finalizar la clase, propongo un ejercicio para que los alumnos puedan poner en práctica lo que hemos estado viendo, y lo corrijo y lo comento de modo individual una semana más tarde.

Pero a lo largo de todos estos años he descubierto que no basta con tener conocimientos. Muchos de mis alumnos tenían una buena base teórica, pero a la hora de enfrentarse a una novela no sabían por dónde empezar porque los elementos a desarrollar son muchísimos. Así que en el Método PEN se incluyen una serie de ayudas en forma de “plantillas” para que puedan ir trabajando uno por uno y sin dejarse nada importante atrás cada uno de esos elementos.

Hay quien dice que usar plantillas provoca que todas las novelas sean iguales. Pero eso es un error: el problema no está en el uso de una plantilla que simplemente propone una serie de preguntas a contestar, sino en la escasez de la imaginación de quien ha de dar la respuesta a esas preguntas.

El objetivo final es que al terminar el curso no solo hayas practicado con relatos cortos cada uno de esos elementos, sino que hayas podido ir trabajando con las plantillas a fin de tener el armazón completo de una novela sólida, sin fisuras y listas para escribir. Una novela que de verdad interesa a las editoriales porque están trabajados todos los aspectos que esperan de una obra. Y además, con un sistema que podrás repetir tantas veces como quieras con indiferencia del género que te propongas escribir en cada momento.

Iria: ¿Crees que cualquiera puede escribir una novela, o hace falta un talento especial?

Teo: No creo que los escritores necesiten un “don”. El don, el talento, no te sirve de gran cosa si no estás dispuesto a trabajar. Leía hace poco a Aramburu decir que el escritor no nace, se levanta pronto por la mañana. Y estoy completamente de acuerdo con él.

Si trabajas duro y tienes un don terminarás siendo una gran figura literaria antes o después, un genio de las letras.

Pero no todos necesitamos ser considerados genios. Yo mismo estoy feliz siendo considerado un escritor solvente, profesional, capaz de desarrollar buenas historias que miles de lectores en diferentes países esperan año tras año. Y eso se puede conseguir sin tener un gran talento para la escritura, aunque para ello sí necesitas depurar tu técnica narrativa. Ahí es donde entra un buen curso de escritura que te ayude a desarrollarla. Yo no lo hice, y necesité años de estudios y esfuerzos para comprender, asimilar y hacer míos los conocimientos que necesitaba. ¿Por qué pasar por eso si puedes acortar el camino y tener mejores resultados?

Iria: ¿Algún consejo para aquellos de nuestros lectores que están empezando en esta aventura de escribir?

Teo: Que se aseguren de formarse. No sé por qué en España hay una aversión a los cursos de escritura cuando en países como Inglaterra, E.E.U.U. o México son una baza fundamental a la hora de explorar nuevas voces y desarrollar autores importantes. Es algo que no sucede con otras artes, como la música o la pintura. Tenemos la falsa creencia de que como nos enseñaron a escribir ya podemos crear una novela. Y sí, nos enseñaron a escribir. Y ese conocimiento nos llega para un mail, una carta o la lista de la compra, y a veces de muy mala manera.

Pero no nos enseñaron a narrar. La narrativa es una cosa muy diferente de la escritura. Nadie nos contó en el colegio ni en el instituto cómo crear un sistema que defina los deseos de un personaje, ni cuál es la diferencia entre clímax y resolución, ni tampoco el mejor modo de utilizar recursos que enganchen al lector a nuestras páginas. Por eso son necesarios los cursos de escritura; porque nadie más ofrece ese conocimiento.

Que tengan paciencia. Muchos de mis alumnos llegan a mis cursos diciendo “Es que yo quiero publicar mi novela ya”. Y mi respuesta siempre es la misma: “Si quieres publicar tu novela ya, publicarás una mala novela y tu reputación quedará marcada para siempre”. Uno puede querer tener un polvo rápido con alguien que acaba de conocer, y otro desear hacerle el amor a la persona de la que está enamorado. Ambos tendrán sexo, pero la satisfacción de uno y otro será muy diferente.

Fórmate. Busca alguien en quien confiar que te ayude a crecer como escritor. Persevera. Sé paciente. Sé constante. No quieras triunfar con lo primero que escribas. Recuerda que necesitas tiempo para desarrollar buenas historias igual que el médico necesita tiempo para ser capaz de diferenciar una enfermedad de otra.

Iria: Por último, una pregunta que solemos hacer a todos los escritores que entrevistamos: ¿algún libro que te apetezca recomendar a los Literautas que nos leen?

Teo: Si solo puedo recomendar uno tengo un problema… No vale ninguno mío ni de mis alumnos, ¿verdad?

Si quieres una lectura que te haga pensar sobre tu modo de vida y sobre qué verdaderamente importante, lee Momo, de Michael Ende.

Si quieres una lectura que te haga pensar sobre lo que cuesta hacer realidad un sueño, lee El Médico, de Noah Gordon.

Si quieres una lectura sobre la capacidad de superación del ser humano, lee León Bocanegra, de Vázquez Figueroa.

Si quieres una lectura de aventura para no pensar y pasar el rato, cualquiera de Julio Verne, o de Salgari, o de R. L. Stevenson.

¿Qué os ha parecido? ¿Conocíais los cursos de Teo Palacios? Si alguno de vosotros quiere más información, puede conseguirla en la web de Teo Palacios. Por cierto, en el mes de marzo comienza una nueva edición de su curso de novela a través del método PEN.

¡Feliz escritura!

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