Después de haber trabajado la sinopsis, las tramas y los personajes principales de la historia, llega la hora de crear el resto de los personajes. ¿Estáis preparados?
Antes de entrar en materia, me gustaría aclarar que existen dos tipos de personajes menores: los secundarios y los incidentales o episódicos.
Los personajes secundarios siguen siendo importantes para la historia, pero de una forma menor que los protagonistas. Aunque participen en la trama y el conflicto, no llevan el peso y su arco de personaje —si lo hubiera— es más estático que el de los personajes principales. Por norma general, los secundarios sirven para hacer avanzar la historia, apoyando al protagonista o funcionando como obstáculos. También pueden ser importantes para las subtramas.
Los personajes incidentales o episódicos son aquellos que aparecen esporádicamente, una o dos veces a lo largo de la novela, casi de forma anecdótica, porque los necesitamos en ese instante para aportar algo. Esto no significa que no sean importantes, pueden ser personajes clave para el desarrollo de la trama. Por ejemplo, un hombre que se acerca a nuestro protagonista para entregarle una tarjeta de memoria con una información importante que pondrá en marcha la historia. Es posible que ese hombre misterioso no vuelva a aparecer, pero sin él, nada habría pasado.
Los personajes episódicos pueden tener también una función ambiental —la cajera del supermercado, el revisor del metro…—, y servir como apoyo para explorar una emoción del protagonista o darle forma al universo narrativo. En cualquier caso, como ya habrás visto, este tipo de personajes no necesitan desarrollo y, más que personajes en sí, son herramientas, elementos narrativos en función de un conjunto mayor, que es la propia historia.
Por eso no será necesario que inventes un pasado para los personajes episódicos ni crees para ellos un arco de personaje —con su corta aparición, no les da tiempo a evolucionar—, pero sí hay otros puntos del desarrollo de personajes menores que podrías trabajar. A continuación veremos cuáles, como siempre, paso a paso:
Escapa del cliché
Resulta sencillo caer en los tópicos cuando creamos personajes menores, sobre todo si estos son episódicos. Por ejemplo, si pienso en incluir a un cocinero en algún momento de mi libro, lo primero que se me ocurre es un tipo gordinflón y simpático, pero ¿es esta la mejor opción para mi historia? ¿O podría encontrar otra, más alejada del cliché, que le diese al conjunto de la novela una mayor profundidad?
Uno de mis personajes episódicos favoritos es el anciano que puede hablar con los gatos en Kafka en la orilla, de Haruki Murakami, porque cuando lo leí me pareció rompedor, me descolocó todos los esquemas. No digo que todos nuestros personajes tengan que ser tan originales y surrealistas como los de este escritor nipón —está claro que Murakami tiene un estilo propio y ni debemos ni tenemos que escribir como él—, pero sí podemos intentar darle una vuelta de tuerca a nuestra historia, plantearnos si podemos llegar un poco más allá y salirnos un poco del molde.
Determina su papel en la historia
Aquí se abren dos frentes distintos pero relacionados entre sí. Por un lado, hay que saber qué rol tiene el personaje secundario o el episódico respecto a los personajes principales. Por ejemplo, el ayudante del protagonista, el escudero —no literalmente, claro, sino de manera simbólica—, el confidente, el personaje obstáculo o el de impacto son algunos de los roles más importantes para los personajes secundarios.
Por otro lado, también es importante saber qué función cumple el personaje dentro de la trama. ¿Participa en alguna subtrama? ¿Buscamos que trabaje como personaje de contraste para resaltar una cualidad del protagonista? ¿Queremos que ponga obstáculos a los personajes principales en su camino hacia la meta? ¿O su función es solo la de ambientar la historia?
Sea cual sea la respuesta, conocer el papel exacto que el personaje cumple en tu historia te ayudará a darle forma con mayor facilidad y, sobre todo, a decidir en qué momentos o escenas deberá aparecer.
Dales una personalidad propia
Esto solo es necesario desarrollarlo a fondo con los personajes secundarios —para los episódicos, como comenté antes, bastan un par de pinceladas— y lo más probable es que la información que crees no llegue a aparecer en tu novela. De hecho, mejor que no aparezca, porque en la mayor parte de los casos carece de importancia para el conjunto de la historia.
Sin embargo, tener estos datos en tu cuaderno o en tu cabeza te ayudarán a que cada personaje, por breve que sea su aparición en la novela, tenga una voz propia. Tu novela saldrá ganando.
¿Y qué pasos seguir para crear estas personalidades individuales? Como siempre, no hay una única respuesta. Puedes seguir las pautas que mejor se adapten a tu forma de trabajar, pero a mí las que me funcionan son las siguientes:
1. Pasado e historia personal: de nuevo intentando escapar del cliché, me gusta crear uno o dos párrafos —la extensión varía según la importancia del personaje en la historia— con la trayectoria del personaje. Una pequeña biografía a grandes rasgos.
2. Objetivo en la historia: esto es algo que aprendí de mis clases de teatro en la escuela porque el profesor insistía mucho en ello, incluso cuando solo teníamos que interpretar a un personaje menor. Nos decía que le diésemos una intención al personaje, un motivo para estar allí, un objetivo en la vida o, por lo menos, en la historia. Así sabríamos cómo se comportaría en cada caso.
3. Evolución en la historia: otro aspecto solo necesario para los personajes secundarios que tienen un papel relevante o que están vinculados a una trama, pero que le dará profundidad y fuerza a cualquier historia.
Vincúlalos a un escenario
Por último, me gustaría hablaros de un pequeño truco que no es obligatorio, pero al que puedes recurrir en ocasiones y que funciona mejor cuanto menos importante es el personaje. El de unir un personaje secundario o episódico a una localización concreta de la historia.
¿Con qué fin? Bueno, si tienes muchos personajes, la novela es muy larga o ese personaje sale poco, este truco facilitará las cosas al lector a la hora de recordar de quién se trata. Como te comentaba, no es algo obligatorio, pero ayuda. Así que antes de mover a un personaje de su escenario original, pregúntate si es necesario. Si no lo es, ¿por qué hacerlo?
Bueno, pues estos son mis truquillos para crear personajes secundarios. ¿Qué os parecen? ¿Y cómo vais con la escritura de la novela? ¿Notáis que estáis avanzando? ¿Algún obstáculo o traba en el camino?
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Comentarios (12):
Ebea
18/04/2017 a las 11:33
Hola, me gustan los truquis para los personajes secundarios, me van a ayudar mucho para las voces de los personajes, que es algo que me cuesta ya que siempre parecen los mismos personajes con diferente camisa en toda la historia (y en diferentes historias)
Con la novela voy lenta, pero segura, noto que el avance es considerable, aunque lento, sobre todo esta última temporada en la que mis personajes principales han cohexionado en la organización de tramas y subtramas y han empezado a surgir los primeros conflictos.
El trabajar cada uno de los personajes y su pasado muy profundamente (que van enlazados entre sí con las subtramas) me está ayudando enormemente en toda la estructura de la historia. Ya casi los siento de mi familia, les tengo motes, les tengo colores asignados en la libreta, ¡hasta les tengo días de trabajo propios!(los viernes son propiedad de Sofi y los lunes de Roberto).
Cuanto más los trabajo a ellos, más cuenta me doy de cosas que serían lógicas o las que no y descubro nuevos puntos en los que debo documentarme para rellenar lo que un personaje debería saber para poder decir o hablar de determinado tema o las determinadas circunstancias en las que algo sucedería o no.
Y en este caso también entran los secundarios que, al trabajar con los personajes principales para desarrollarlos, me ayudan muchas veces a romper los estereotipos y rebuscar en las tramas y subtramas cosas que aporten y enriquezcan.
Creo que hasta la fecha nunca había trabajado tanto previamente a la escritura y, lo que creí que debía ser una parte “sencilla” y “corta” de la historia, que es la preparación y la documentación, se me ha descubierto como la parte más divertida e interesante.
Además estoy convencida que este trabajo previo es clave para hacer que las historias fluyan interesantes y congruentes. Al menos, en mi caso, ya que realmente la historia no va de lo que sucede (aunque lo parece) sino de cómo lo afronta quien lo vive, por qué lo hace de ese modo y qué logra finalmente. (Lo de siempre, vamos)
Rita
18/04/2017 a las 12:54
Una entrada muy útil e interesante. Nunca había pensado en vincular un personaje menor a un escenario, pero me parece una idea genial.
En cuanto a la novela, apenas tengo tiempo para dedicarle. Pero aprovechando que me ha sido imposible participar en la escena de este mes, espero poder dedicarle algo de tiempo.
Antes del reto ya había comenzado con los detalles de la novela, así que está algo avanzada. Sin embargo, estoy atascada, así que espero poder salir de este bloqueo siguiendo todos estos pasos.
Me encanta la creación de personajes, de modo que, aunque ya empecé hace tiempo con algunos, sé que voy a disfrutar mucho con esto.
Gracias por esta entrada, Literautas.
Un saludo.
Karla
18/04/2017 a las 22:34
Interesante, como la escritura tiene de técnica y arte. Son buenos Tips. Me gusto la parte de no caer en los cliches. Buen aporte. Saludos
Literautas
21/04/2017 a las 09:20
Ebea, por lo que cuentas, esa historia avanza viento en popa. Es cierto lo que comentas de que las novelas no van de lo que se cuenta, sino de cómo lo afronta el personaje, de las experiencias y las emociones de los protagonistas. Así que vas por buen camino. ¡Sigue así! 😀
Rita, el tiempo es el principal escollo a superar cuando queremos escribir una novela. Mi consejo, siempre que te resulte posible, es que le dediques un tiempo fijo cada día, por poco que sea. Mejor quince minutos que nada. Si lo haces, te resultará más sencillo vencer los bloqueos. Porque dedicarle tiempo en días salteados hace que te alejes de la historia, la sacas de tu cabeza y luego cuesta más retomarla, saber qué era lo que querías contar la última vez que te pusiste. Es como el deporte. Si practicas todos los días, aunque sea un poquito, con el tiempo acabarás viendo resultados. Si te pegas un atracón cada quince o veinte días y luego paras, solo conseguirás agujetas y lesiones.
Muchas gracias a las tres por vuestros comentarios y ¡ánimo con esas novelas! ¡Un abrazo!
Nicolás Falcón
21/04/2017 a las 21:02
¡Jesús! tengo la cabeza loca con tanto cuidado: con los verbos, la activa, los conectores…etc,etc.
A veces creo que ya no es Nicolás quien escribe, sino un montón de cacharros que tengo en la testa haciendo ruído.
Un fuerte abrazo para todos y cada uno.
Rita
22/04/2017 a las 00:19
Literautas, gracias por el consejo 🙂 tengo que vencer la pereza y encontrar un hueco para cada día. Normalmente, aprovecho cuando voy en el autobús (aunque a veces estoy tan cansada que me puede la pereza) o por la noche antes de acostarme. Este último es mi favorito del día.
Al final he aprovechado esos momentos en el autobús y algún que otro momento libre para ponerme al día con el reto de la novela. Y ya casi he alcanzado la última entrada.
A ver si me asigno mi momento de escritura para cada día. Tengo que tomarme esto más en serio. Y creo que cada día avanzo un poquito más.
Saludos.
Otilia
22/04/2017 a las 11:17
Cuando propusisteis el reto de escribir una novela ya comenté que era demasiado para una principiante. Pero tengo que felicitaros por las seis entradas que nos habéis ofrecido, un trabajo arduo y estupendo.
Estoy aprendiendo mucho.
Gracias y felicidades por el trabajo Literautas.
Un abrazo.
K.Marce
23/04/2017 a las 07:58
Felicidades a todos los compañeros que han hecho su tarea, seguido a puntillas los consejos del taller y sobretodo porque han decidido avanzar escribiendo.
Con la pérdida de mis archivos literarios, estas entradas me son orientativas. Me hacen recordar detalles que en su momento lo veo borroso.
En mi caso, tengo no sé si llamar defecto, al hecho que todo me viene de golpe la historia completa con todos sus personajes. Es como si alguien me descargara un PDF o algo así en la cabeza y me dijera: «OK, ya lo leíste, ahora escríbelo.»
Por eso, me he sonreído con la entrada. Porque tal como recomienda Iria, hago lo mismo. Mis personajes secundarios, los divido en dos: los que tienen nombre y aquellos que no. Para mí, los que tienen nombre (aunque sea sólo un nombre de pila) tiene más escenas, quizá haciendo lo mismo: Como el despachador del supermercado (es decir, los ubicó en un espacio único, no rebotan por la historia) y aquellos que no tienen nombre y aparecen en una escena en partícular. Yo les llamo “de relleno”.
Aunque el personaje de relleno no aparesca de nuevo, su aparición sí debe contar algo, aunque sea ambientación, darle credibilidad a un personaje principal o entregar ese sobre misterioso (uno de los míos entregó dos patos), porque esa acción es determinante en la historia, de lo contrario no vale la pena invertir tiempo y energía en algo que no significa nada dentro de la historia.
Estoy recuperando de mi memoria (la de cerebro, no una stick) tres novelas. Siendo que escribo en exceso, con múltiples personajes, puedo aconsejarles que cuando empiecen a escribir sus novelas (porque ahora creo que estan en el proceso “creativo”), usen un programa de escritura para escritores, y no el Word. Créanme, es mil millones de veces mejor. Les recomiendo el YWriter6 (gratis) o el Scrivener (límitado gratis, completo de paga). Yo uso el YWriter6, y me ha salvado la vida, porque me permite escribir (y tener todo a la mano) en ventanas. El Word, sólo permite texto y buscar una “escena” o un personaje es frustrante después de muchas páginas de trabajo. (Yo he sufrido buscando datos en doscientas páginas cuando no usaba el programa de escritura)
Suerte con sus proyectos chic@s. Estoy re-creando (estructuras) mis tres novelas perdidas; un proceso largo y cansado, sumado a las obligaciones de la vida; pero quien ama escribir siempre buscará tiempo para hacer eso que ama. Un abrazo. ¡NL!
Ebea
23/04/2017 a las 08:06
Hola a todos de nuevo.
Gracias por la respuesta Literautas, realmente creo que la historia va viento en popa, aunque no me quiero apresurar, estoy trabajándola mucho, muchísimo, cada día le dedico un tiempo en exclusiva sólo a ella.
Quise hacerla sencilla pero a la vez completa, me paro en cada punto que explicais y luego lo repaso y trabajo con mi proyecto. Será la primera novela que escriba realmente de modo serio así que quiero aprender mucho muchísimo.
Un saludo a todos y mucho ánimo.
Mara
23/04/2017 a las 13:18
Hola a todos!!
Llevo dandole vueltas a esto de los personajes secundarios dessde que lo publicasteís y solo hoy me sentí capas de poner lo que tenía en la cabeza en el papel. Creo que esta historia es la que más estoy pensando intentando que no queden hilos sueltos. Me conozco y se que cuando me ponga a escribir van a surgir nuevos personajes que ni se me habían pasado por la cabeza pero esta entrada (igual que la de las tramas que intenté dejarla algo colgando para ligarla a esta) me están ayudando mucho. Creo que conozco a los personajes mejor que nunca.
Creo que el único problema que me surge con los personajes es que me cae mejor mi antagonista que mi protagonista, tanto su forma de pensar como sus acciones e incuso sus dilemas (siempre he sentido debilidad por los malos y esta no es “mala del todo”) pero mi historia tiene que ser contada sí o sí por la protagonista, sino no tendría sentido. Supongo que será algo que le pase a muchos autores pero es la primera vez que me ocurre a mi y me tiene algo descolocada.
Por lo demás sigo trabajando en lo secundarios. Nunca se me había ocurrido vincularlos a un escenario pero en realidad tiene mucho sentido tanto para definirlos como para darle estructura y estabilidad a la historia.
Muchas gracias por todos los consejos!!
Lionel Muñoz
26/04/2017 a las 04:15
Después de un tiempo alejado vuelvo a retomar de a poco la escritura. Me puse al día leyendo los apartados anteriores y voy a ver si puedo empezar a implementarlos. Gracias Literautas!
Pepa
26/04/2017 a las 12:58
Buenísimo este blog. Llegué a él buscando ayuda con el sempiterno tema de “ponerle título”, y llevo dos días enganchada. Creo que me va a ser de mucha ayuda, de verdad ¡Gracias por mantenerlo!