Llega un momento en la planificación de casi todas las novelas, incluso las más sencillas en apariencia, en que el autor se da cuenta de que no puede continuar sin información adicional. Puede que haya una parte de la historia que se sitúe en una época remota, que algún personaje sea un experto en física cuántica o que una subtrama entera se desarrolle dentro de un circo. Lo que sea. El caso es que ha llegado el momento de documentarse.
Una de las preguntas que me suelen hacer cuando hablamos de documentación es la de cuánto tiempo es necesario dedicarle a esta etapa del proceso. Como siempre, no hay una única respuesta. Depende del autor, de sus recursos y de las necesidades de la novela. Lo que sí es cierto es que deberías documentarte hasta que te sientas capaz de hablar de ello en la obra sin dejar lagunas o cometer fallos que el lector pueda detectar.
Ahora la pregunta del millón: ¿cómo se documenta uno para una novela? Cada obra literaria es un mundo y requerirá una documentación específica, así que no puedo decirte ve a tal biblioteca, léete este libro o llama a este especialista. Es imposible saber de antemano qué información va a necesitar un escritor para su historia. Pero sí puedo darte ciertas pautas que yo he seguido a la hora de documentarme y que espero te sirvan a ti también:
1. Define qué necesitas
Ya te habrás dado cuenta, si sigues este blog, de que me gustan las listas. Las considero un elemento indispensable en este oficio, sobre todo a la hora de planificar. Por eso lo primero que hago siempre cuando quiero comenzar un proceso de documentación es una serie de listas (una por cada tema que tenga que investigar) con las siguientes preguntas:
¿Qué necesito saber?
¿Cuánto necesito profundizar en el tema?
¿Dónde puedo encontrar información sobre este tema?
Las respuestas a estas preguntas ya pueden darte alguna pista del tiempo que te llevará, además de obligarte a reflexionar sobre posibles fuentes. Tal vez la última pregunta no consigas responderla completa al comienzo, pero puedes volver a ella a medida que avances y descubras nuevas opciones.
¡Ojo! En esta fase, vigila bien los detalles. Si, por ejemplo, tu obra transcurrirá en una ciudad que no conoces, pero que tiene mucho peso en la historia, necesitarás toda la información posible sobre ella. Desde cosas importantes como el estilo y la calidad de vida, hasta aspectos más insignificantes en apariencia, como el nivel de ruido y tráfico o la hora a la que anochece. Estos detalles no se notan cuando están bien documentados y, por tanto, bien representados en la novela. Pero si no lo están y metes la pata, te aseguro que más de un lector se dará cuenta.
2. Sitúate en el tema
Antes de hacer nada más, lo mejor es que realices una pequeña investigación que te dé un conocimiento general sobre el tema. Sería de locos empezar la documentación con una entrevista si aún no lo manejas en condiciones. Solo conseguirás perder el tiempo y quedar mal con la persona a la que entrevistes.
En este punto de la documentación, Google es tu mejor aliado. Unas cuantas búsquedas te abrirán la puerta a posibles reportajes, artículos, películas, libros… Empieza por ahí.
Si hay demasiado material, herramientas como Pocket y Evernote pueden servirte para mantenerlo todo bajo control. ¡Ah! Y no te olvides de un buen cuaderno de notas —ya sea físico o digital— para guardar los aspectos más relevantes de la investigación —los que respondan de forma directa a lo que necesitas saber para la historia—, así podrás volver a ellos rápidamente cuando comiences a escribir.
En caso de que la investigación requiera la consulta de bibliotecas o archivos, te recomiendo que le eches un vistazo antes al libro Cómo se hace una tesis, de Umberto Eco. Aunque se centra en la escritura de tesis universitarias, el trabajo de investigación puede ser similar, sobre todo en obras que requieran una investigación histórica.
3. Revisa bien tus fuentes
Esto vale para cualquier sitio del que saques información. Da igual si es un artículo en un periódico, en una web, si es un libro, una película, o incluso una persona real con la que vas a hablar. Asegúrate de que la información es fiable.
El caso más claro aquí es la Wikipedia. Todos la usamos con frecuencia y es una herramienta útil, pero solo si la tomamos como un punto de partida. El funcionamiento de esta web hace que los artículos no siempre sean correctos, así que mejor contrastarlo bien y revisar las fuentes que aparecen al final del artículo, para poder asegurarnos de su fiabilidad.
4. Haz trabajo de campo
Siempre que sea posible, deja tu mesa de trabajo y ve en persona a visitar ese museo donde tienen la máquina de escribir que utilizará tu protagonista; o visita ese pueblo en el que el antagonista realizará su huida triunfal…
Claro que se puede escribir sobre lugares en los que no se ha estado nunca, pero si puedes permitírtelo, esta etapa de la documentación es la más emocionante y te ayudará a ambientar mejor tu obra.
De todas formas, si ves que te resulta imposible porque tu novela transcurre en Marte o porque no tienes medios para viajar al Japón feudal, no te preocupes. Siempre te quedan los documentales, las películas, otras obras de ficción —o de no ficción— que ocurran allí… Lo importante es que realices ese viaje, ya sea de manera física o imaginaria a través de la investigación.
5. Atrévete a pedir ayuda
Si la documentación lo requiere, puedes necesitar contactar con algún experto o con una persona que conozca el tema que estás investigando —por ejemplo, un testigo vivo de la Guerra Civil Española—. Como te comentaba antes, hazlo siempre después de haber realizado una investigación concienzuda que te permita hablar del tema con criterio. Aprovecharás mejor la entrevista y el tiempo; el tuyo y el del entrevistado.
Tampoco hay un manual que diga cómo contactar con las personas que necesitamos para documentarnos para una novela. Las posibilidades son demasiado amplias y a veces te encontrarás en un callejón sin salida porque un experto sea inaccesible o no le interese hablar contigo. Que esto no te desanime. Busca alternativas y síguelo intentando. Aunque quizá deberías hacerlo siguiendo también una serie de normas o de puntos clave:
Amable y con la verdad por delante. No olvides que estás pidiendo ayuda a cambio de nada. Las otras personas no están obligadas a hacerte ningún favor, así que acércate a ellas con respeto y amabilidad, explicando desde un comienzo que estás escribiendo una novela y necesitas ayuda para la documentación. No tengas miedo a preguntar, incluso aunque te parezca imposible de buenas a primeras. Te sorprenderá la cantidad de gente dispuesta a echar una mano.
Prepara bien la entrevista. Cuando vayas a hablar con la persona en cuestión, ya sea en persona o por teléfono —si es por correo electrónico será mucho más sencillo—, prepárate bien lo que necesitas preguntarle. No vayas con las manos vacías ni improvises sobre la marcha. Un cuestionario con los asuntos que te gustaría preguntarle puede ayudar.
Busca una conversación amena. Aunque lleves un cuestionario, no se trata de que le sueltes las preguntas una tras otra como una ametralladora. Ten las preguntas a mano, por si necesitas recurrir a ellas y para asegurarte de que no se te queda nada sin preguntar, pero mientras hables con la persona, céntrate en la conversación. Escucha lo que te cuenta porque es posible que surjan nuevas preguntas a raíz de sus palabras.
Graba la conversación. Hazlo siempre que puedas porque te permitirá centrarte en conversar con la persona en lugar de tener que tomar notas cada dos por tres. Ya revisarás luego la grabación para volver sobre los puntos que quieras.
Creo que lo mejor en estos casos es usar una grabadora de audio, porque las cámaras de vídeo intimidan y pueden provocar que el entrevistado se sienta incómodo. Por supuesto, recuerda pedirle permiso antes porque puede haber personas que no quieran que las grabes bajo ningún concepto. En este caso la entrevista será un poco más difícil y tendrás que tomar notas de vez en cuando para no olvidarte de los datos importantes.
Agradécele su ayuda. Ya lo dicen las abuelas: «Es de bien nacido ser agradecido», y no podemos olvidar que cualquier persona que nos ayude con la documentación de una obra lo hace de forma altruista, como favor personal. Qué menos que agradecérselo, ¿no?
Por supuesto, no te olvides de incluir un apartado al final de tu novela con los agradecimientos por la ayuda prestada y, en caso de que se publique, hazle llegar un ejemplar.
Estos son mis consejos generales para llevar a cabo un proceso de documentación. ¿Tienes algún otro que consideres imprescindible? ¿Qué tal tu novela? ¿Necesitarás documentarte para escribirla?
¿Te ha gustado?
Ahora puedes conseguir todo el contenido del tutorial actualizado y extendido en el libro Cómo escribir una novela. También puedes acceder a todas las entradas de la serie en la página del tutorial.
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Comentarios (8):
Miranda
08/05/2017 a las 16:24
Gracias Iria.
Otro buen post que tenemos que agradecerte,
A mi personalmente me preocupa la respuesta a la 2ª pregunta ¿Hasta donde tengo que profundizar?. Me gustaría encontrar unas especificaciones más concretas, sobre todo para poner limites.
Ahora mismo el acceso a la información es casi infinito y cuando te pones a indagar si vas tirando del hilo te juntas con un exceso de información, que es difícil de manejar.
En el caso de una novela en la que quieres trabajar sobre emociones, pero lo encuadras en un ambiente técnico que no dominas, como por ejemplo el protagonista es médico, abogado, ingeniero, etc.. Como sabes hasta donde llegar con la información.
Las anécdotas que te cuenten en las entrevistas personas que trabajan en esos medios y un glosario de palabras técnicas ¿hasta que punto puede ser suficiente?.
Es aconsejable encuadrarlo en sitios reales como un hospital conocido y hacerte con planos, imágenes, horarios y formas de funcionamiento etc. para ser realmente creíble o es mejor inventarlo si no perteneces al medio y no vas a conseguir toda la información, especialmente en acciones que se desarrollan en el siglo XX y actual. De épocas anteriores no tengo ese problema porque tengo una buena colección de libros para escritores que encuadran perfectamente la época, la moneda, como estaba divida la sociedad, lugares famosos de la época e incluso un mapa de esa época antigua. Pero cuando quiero hacerlo sobre el siglo XX, la información me abruma.
A mi eso me bloquea, porque no tengo claro por mucho que investigue, si es suficiente. Siempre me parece que necesito más información.
La novela que he iniciado está avanzando lenta pero segura, se desarrolla en Barcelona en la actualidad, la documentación no es demasiado complicada, he querido hacer algo sencillo y con pocos personajes para trabajarlos bien.
La mayor parte de las preguntas me vienen de proyectos anteriores que estoy revisando con las indicaciones que nos estas dando con estos post. Como en esos casos hay cosas que previamente no hacia revisar me está dando vértigo. En concreto hay una historia de la primera parte del siglo XX que se desarrolla en parte en Panama, y en parte en España, en la que juegan un papel importante Ingenieros, abogados, anticuarios, leyes internacionales y conceptos legales que me traen de cabeza.
Estoy esperando impaciente que termines el tutorial para modificarlo. Creo que voy a tener un verano literario muuuy entretenido.
Gracias por tus aportaciones, seguiré esperando datos y comentarios de los compañeros de taller para seguir aprendiendo.
Un abrazo
CARMELILLA
08/05/2017 a las 19:01
Hola Iria:
Cómo agradecerte la gran ayuda que prestáis a través del blog.
Años queriendo escribir una historia y sólo después de participar en vuestro taller literario, tras encontraros por casualidad en Internet, hoy, estoy en ello.
Me siento capaz de hacerlo y vosotros tenéis la culpa.
De lo que no me siento tan capaz es de las dos cosas a la vez escribir historia y participar en el taller, haré lo que pueda.
Sobre la documentación lo hice y lo sigo haciendo en función de cómo voy necesitando lo pero he sido cauta y he dirigido mi historia de una manera que no necesite ser demasiado especialista en determinados temas para intentar evitar meyerla pata, aunque seguro que si alguna vez alguien lee mi novela encuentra esa pata que metí, lo consideraría como un aprendizaje.
Tengo tanta ilusión en lo que estoy haciendo que a veces no me lo creo, solo espero que el tiempo me permita seguir con mi sueño.
Agradecida siempre.
Saluditos a todos.
Mara
08/05/2017 a las 21:10
Como siempre increíblemente útil. Para mí está siempre ha sido una de las fases más complicadas porque o bien me aburre o bien me disperso en la búsqueda. Creo que me voy a hacer una buena lista para que no se me pase nada.
Yo esta vez llevo “informándome” desde que me di cuenta de que el tema (o posible tema, aún estoy pensando en si será real o no pero la documentación es la misma al final) no era algo de lo que supiera demasiado. Empecé con post cast, artículos de revistas, monográficos en ratitos libres. Creo que estas semanas veré algunos documentales y algún libro Para perfilar. Lo peor es que ahora me está enganchando el tema.
La verdad es que hacéis un trabajo increíble, estos pasos me están ayudando mucho y me encuentro mucho más centrada que otras veces.
Denise
10/05/2017 a las 12:37
Muy buena entrada! Ando un poco atrasada con mi proyecto, pero espero ponerme al día pronto.
Miranda: yo tengo algo de experiencia en investigación, y puedo decirte esto con conocimiento de causa: siempre es mejor saber un poco más de lo que vas a mostrar en el texto, porque así se va a notar que manejás bien el tema. Ahora, cuánto más hay que saber depende de la relevancia del tema en la novela. Si es algo que vas a mencionar de pasada, un poco es suficiente; si es algo más relevante o que tiene más presencia, conviene profundizar más. Si el tema es muy vasto, te conviene limitarte a los aspectos que pensás que vas a necesitar. A partir de ahí, tal vez sientas que tenés que modificar la historia; si lo hacés, tal vez te surjan nuevas preguntas que te lleven a averiguar otras cosas.
Espero que te sirva, cualquier otra duda, estoy a tu disposición 😉
Saludos!
Miranda
10/05/2017 a las 17:33
Gracias por tu aportación Denise, estoy de acuerdo contigo. El problema es que tengo una tendencia natural a profundizar demasiado, incrementada por el hecho de que laboralmente he pasado muchos años en Bibliotecas rodeada de gente que investiga en libros y, que me encanta leer sobre todo tipo de temas, y cuanto más profundizo más consciente soy de lo que ignoro y además me meto tanto en la ambientación que pierdo el hilo de la historia, es lo que me paso con la que tenia empezada.
Por eso estoy intentando seguir las reglas del taller, haciendo una nueva novela con intención de que sea corta, sencilla con pocos personajes, en el año actual, en una ciudad española, en la que lo importante es la evolución interna de los personajes. A ver que sale.
Gracias y cuenta también conmigo si te puedo ayudar en algo.
Saludos
NOTA para Literautas
Iria me encantaría un post sobre el tema de las escaletas y algún ejemplo complejo o en su defecto: una referencia a un libro, pagina Web, lo que he encontrado hasta ahora es bastante superficial.
Literautas
12/05/2017 a las 09:19
Miranda, tomo nota. ¿Qué te gustaría saber exactamente? ¿O solo buscas un ejemplo concreto?
Como ya sabrás, la escaleta es el paso previo al guion. Por norma general se divide en escenas y puede ser más o menos precisa, dependiendo de la escena en cuestión, de la mecánica de trabajo, de quién la escriba… No hay una única forma de escaletar. Lo que tiene que aparecer en una escaleta, sí o sí, son los puntos principales de la historia. Es decir, los giros dramáticos, los conflictos, los elementos que hacen avanzar la historia… Todo lo que sea relevante.
Yo suelo escribir escaletas (o tratamientos secuenciados, que es algo bastante parecido) no solo de mis guiones, también de mis novelas, y en el noveno apartado de este tutorial (dentro de dos semanas), cuando tratemos la estructura, hablaré de cómo lo hago. Así que en cierta medida, veremos esto con más detalle.
Un abrazo y ¡gracias por vuestros comentarios!
K.Marce
15/05/2017 a las 20:07
Creo que este es uno de los temas que más me gusta a la hora de escribir. Tengo una necesidad incansable de saber.
Como muchos saben, tengo proyectos pequeños y uno grande, que ese lo hago para mí, sin intención de nada más por ahora. Pero es una historia muy compleja que me vino a través de un sueño. Eso me dejo casi cinco días sin dormir, (exactamente ¡115 horas!)y lo más curioso para mí son los detalles.
Soy una persona quisquillosa con respecto a estos, y una parte de la historia transcurre en la Nueva York actual, ciudad que no conosco; pero era muy lúcido para mí el sueño y tengo algo así como memoria fotográfica. Cuando estaba investigando (Con un Google View Street, para ver eso de tráfico, distancia, calles, etc), me topé con los “mismos lugares” de mi sueño. Casi me desmayo al ver elde restaurante (que yo sabía que estaba en “esa” calle) hasta pintado en los mismos colores: Amarillo, rojo y azul celeste. (Esos lugares en donde puedes “entrar” con ese buscador).
Y tal como dice Iria, aunque paresca un exceso, es muy importante esos detalles como el anochecer o amanecer. En mi caso, busqué páginas en donde podía ver las condiciones meterólogicas, horarios del amanecer y anochecer, etc. Grabé la información y dejé en “favoritos” esas páginas para referencias futuras.
Desde pequeña he sufrido de “deja vu”, por lo que enterarme que todo era como yo lo soñé, me causaba gracia. Y esto porque yo trabajo con fechas reales, es decir que aunque no lo mencione en la escritura, Sí existe una fecha real para mí, así que saber que hubo una helada en medio del mes de mayo del 2014, (algo que yo escribí) solo me confirmaba que estaba dando buenos pasos.
Es un poco más complicado con épocas pasadas, en donde los registros son más límitados. Mi historia tiene mucho de eso, y siempre hay que confirmar las fuentes. Sobre todo con los nombres de las ciudades. En mi caso, una ciudad ha tenido tres nombres distintos (misma pronunciación, pero se escribían diferente). No es que vamos a convertirnos en expertos historiadores pero es importante ser los más verídicos que podamos. Yo confío en los mapas antiguos, sobre todo si encuentro varios de la misma época.
Y como dijo Denise, se debe investigar hasta el punto en que uno se sienta cómodo. No seremos expertos, pero si podemos sostener una conversación confiable con otro sobre ese tema, para mí es un buen punto de apoyo. Mi personaje es inglés, por lo tanto come como tal, y yo de eso no sabía nada; investigué una receta “del típico desayuno” por casi cuatro horas, y más de seis con una receta del Beef Wellington (plato que sí conosco porque trabajé en un hotel que lo servían. A mí me gustaba, a mis compañeros no) pero solo consulté páginas británicas únicamente, descarté cualquiera de otro lado.
No confío mucho en las “películas” porque he visto errores garrafales en ellas (por ejemplo uso de tenedores cuando no eran comunes en esa época, o dónde colocaban las alfombras en la edad media, o esas ¡copas de cristal!), prefiero ir a fuentes “historicas”, ver pinturas de esa época o libros contemporaneos.
Cuando se trata de una “especialización”, no es volvernos expertos en toda ella, sino un tema puntual: Un abogado civil… ir a fuentes que hablen de “divorcio por mutuo acuerdo” si la historia es de esa manera. Vuelvo a mi experiencia, un personaje fué herido y solo me concentré en cómo de trataba a un paciente con esa dolencia (valga decir que eso ocurrió por el siglo XVI, y la medicina era limitada), pretender ir más de eso, es sobrecargarse con información que no nos beneficia en ese momento. Cada cosa tiene su espacio y tiempo.
Yo amo investigar, quizá por eso mis proyectos personales son excesivamente complejos (es la única escritura en donde me siento cómoda); para mí una historia sencilla, con pocos personajes, es muy díficil de escribir; admiro a quienes lo hacen.
Los consejos de este taller son muy buenos, yo los practico todos. Tener a mano la información importante y necesaria, escribir en una agenda las páginas fuente (o guardarlas en favoritos), corroborar esa información en al menos tres fuentes confiables, etc. Si tenemos la seguridad que lo que escribimos es fiable, lo haremos con la confianza para dejar que la historia avance, que la investigación nunca sea una “pausa/causa” para no hacerlo.
Saludos y feliz avance en sus proyectos.
Sergio
22/05/2017 a las 18:09
Buenas tardes a todos. Alomejor no es el mejor sitio ni momento para decirlo pero doy por sentado que todos los que stamos aquí hemos alguna vez leído mas de un libro y se que también somos gentes que nos gusta documentarnos, mejorar e informarnos sobre lo que ocurre en el mundo. Con algo de critica sin poner la mano por ningún partido basándome en muchas fuentes me dispongo a subir periódicamente varios capítulos a Wattpad. Trata sobre el yihadismo, la religión en si, su origen. Creo que es bastante importante conocer el pasado para no repetirlo y este desde mi punto de vista es bastante claro el ejemplo. Se titula por si quieren echarle un vistazo; El yihadismo del ayer y del presente. Disculpen las molestias y muchas gracias por leerme si has llegado hasta aquí. Buena vida.