Palabrería: el fruto prohibido

Hoy analizamos una palabra que ha sido el germen de multitud de relatos desde los albores de la humanidad: manzana.

Para los que no conozcáis esta sección del blog, en “palabrería” rindo homenaje a palabras que me gustan por su sonoridad, su origen, su significado… Hoy quiero hablar de una palabra que todos usamos con frecuencia y, seguramente, la tenemos ocupando un lugar en nuestras casas. Una palabra sencilla, con tan sólo una vocal, muy sonora, muy redonda: Manzana.

La palabra “manzana” es una evolución de “mazana” que, a su vez, proviene del latín Mattiāna y tiene distintos significados:

Una manzana es un espacio urbano, un bloque de edificios delimitado por calles. La Gran Manzana es el apodo de la ciudad de Nueva York. La “Manzana de Adán” es otra forma de llamar a la nuez de la garganta y, además, manzana es el nombre con el que se conoce al pomo de las espadas.

Sin embargo, de todas sus acepciones, la más conocida por todos es la que da nombre a la fruta más célebre de la mitología y la literatura.

Además de ser el símbolo de la tentación que provoca la expulsión de Eva y Adán del paraíso, nos encontramos también muchas manzanas famosas en la mitología griega: las manzanas de las Hespérides, la “manzana de la discordia” que Paris le entregó a Afrodita y acabó desencadenando la guerra de Troya, o el árbol mágico de manzanas de oro que otorgaba a sus poseedores la vida eterna y estaba custodiado por las Ninfas del Ocaso.

Fue una manzana también lo que Guillermo Tell puso en la cabeza de su hijo para demostrar su puntería. Jim Hawkings, el muchacho protagonista de La Isla del Tesoro, estaba escondido dentro de un barril de manzanas cuando descubrió el motín de Silver y, hablando de manzanas famosas, nunca podemos olvidarnos de aquélla que nos hizo sufrir a todos en nuestra infancia: la manzana envenenada de Blancanieves.

Como véis, las manzanas no sólo son ese sano alimento que nunca falta en un frutero, sino que también han sido fuente de inspiración para muchos narradores. La próxima vez que os comáis una, recordad que de ella también puede salir una buena historia.

Comentarios (13):

suso

31/05/2012 a las 21:22

Otra expresión referida al fruto en cuestión: es una manzana
podrida

Literautas

31/05/2012 a las 22:09

Efectivamente 🙂
Y es curioso que, además de en nuestro idioma, la misma expersión se usa en inglés como “a rotten apple” (literalmente, una manzana podrida) o “a bad apple” (una manzana mala).
Un saludo y gracias por tu comentario!

Francis

10/10/2012 a las 00:24

En primer lugar enhorabuena por este blog y, por supuesto por esta entrada.
A mi la primer manzana que me viene a la mente es la de Isaac Newton. Por cierto en algunas zonas de andalucía a las manzanas se les llama “peros”.

Un saludo.

Literautas

10/10/2012 a las 20:25

Gracias a ti por tu comentario, Francis 🙂

Otra manzana con historia detrás, la de Newton jaja

Y muy buena aportación la de “peros”, no tenía ni idea. ^^

Un saludo

Pedro Jiménez

30/11/2013 a las 20:27

Realmente en ningún pasaje de la Biblia aparece una manzana. Es en el renacimiento donde empieza a representarse pictóricamente el “Fruto prohibido” en forma de manzana.
Saludos.

Eduardo Tapia

08/05/2016 a las 11:01

¡Interesante!
Me sorprende que no menciones la manzana de Newton.
Desde entonces, tanto por referencias bíblicas como reales, sí que se puede decir sin duda que el manzano es el árbol de la ciencia.

José Luis Jaimes

29/06/2016 a las 23:14

Recordé una obra teatral del dramaturgo español Buero Vallejo: “Guillermo Tell tenía los ojos tristes”. Para el que no la conozca, el título, les permitirá imaginar algo de la historia. Otra manzana es la que le que susurró al oído de NEWTON

Fran

18/11/2016 a las 05:04

Hay varias menciones a las manzanas también, en la mitología nórdica. La que siempre me gustó más es la de la historia del secuestro de Iðunn, la cual era una Diosa que poseía un tipo especial de manzanas, las cuales entregaba a los Dioses. Éstos, gracias a su poder permanecían jóvenes. Iðunn es raptada por un gigante llamado Þjazi para que produzca manzanas para él; así, todos los Dioses empezaron a envejecer y debilitarse al quedar privados de las manzanas de Iðunn. Hasta que finalmente convencieron a Loki (gran responsable del secuestro de Iðunn) de que rescatara a Iðunn de las garras del gigante Þjazi. Nadie, salvo Iðunn, supo jamás como hacía ella para cosechar semejantes manzanas.

Raúl

18/03/2017 a las 11:20

Felicidades. Aportamos una voz más: “una manzana al día”… Saludos

Lucho

23/05/2017 a las 20:03

El hallazgo de literautas ha sido para mi una gran sorpresa y cada que exploro una de sus secciones me anamoro mas de esta pagina
Otra expresion muy usada es no revolver peras con manzanas, cuando se hace un cálculo matemático
Saludos

Yoan

15/08/2017 a las 13:40

Me encanta todo …. felicitaciones!!!

Kary

22/09/2017 a las 00:47

Como cuando quieres que algo se comprenda muy bien y, utilizas la frase “¿te lo explico con manzanas?”

Asun

12/04/2022 a las 22:22

Me encanta este blog. Ha sido un descubrimiento fantástico. Enhorabuena.

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