Rara vez nos encontramos con un texto de ficción narrado en segunda persona (dirigido a ti o a vosotros), pero sí existen algunos casos. Este tipo de narrador se usa mucho, por ejemplo, en los blogs. Literautas, sin ir más lejos, está dirigido a ti; a todos vosotros.
También se puede usar en el género epistolar y muchas veces nos encontramos con cartas dentro de una novela o una historia mayor que están escritas así. Sin embargo, estos no son casos de narradores en segunda persona que quiero tratar aquí, sino un narrador en segunda persona algo más complicado, que va más allá y se dirige directamente al lector.
En Si una noche de invierno un viajero, de Ítalo Calvino, el narrador en segunda persona actúa a modo de un máster de juego de rol, intentando que el lector se identifique con el personaje principal y se meta, a través de la imaginación, en su propia piel.
Otra obra mucho más reciente que nos muestra un caso de narrador en segunda persona es Diario de invierno, de Paul Auster. En esta autobiografía novelada Auster se dirige al lector en segunda persona contando su propia historia, ya que la idea que pretende que se desprenda del libro es que sus emociones y vivencias son cotidianas, normales, y podrían ser las de cualquier otro. De esta forma, a través del narrador en segunda persona, el autor logra el curioso efecto de que el lector viva la vida del escritor como si le hubiese sucedido a él.
Como muestra, aquí os dejo el inicio de Diario de Invierno:
“Piensas que nunca te va a pasar, imposible que te suceda a ti, que eres la única persona del mundo a quien jamás ocurrirán esas cosas, y entonces, una por una, empiezan a pasarte todas, igual que le suceden a cualquier otro”.
Y aquí va una lista de las principales características del narrador en segunda persona:
El lector es el protagonista:
El narrador tiene que conseguir el efecto de que los acontecimientos de la historia los protagoniza directamente el lector.
Describe e intuye:
La carga psicológica al escribir con este tipo de narrador es muy importante. Como si de un buen máster de rol se tratase, el narrador tiene que describir bien lo que ocurre para que el lector se visualice a sí mismo en medio de la escena. Además, ha de intuir las reacciones del lector para poder adaptarse a sus emociones y pensamientos. De otra manera, el lector se sentirá estafado. Esto es, si quieres que se emocione, el narrador tendrá que lograr que el lector se emocione a través de la descripción y de los acontecimientos. De poco servirá que le digas: “Ahora estás emocionado” si no logras que llegue a ese punto por su propio pie.
La ambientación es fundamental:
Precisamente para lograr que el lector se emocione o se divierta, que viva la historia como propia y entre en el juego, la clave estará en la ambientación. Tienes que crear una atmósfera real (que no necesariamente realista) y con el peso suficiente como para envolver con ella al lector.
El tiempo es el presente:
El lector no tiene realmente los recuerdos que intentas generarle, no ha vivido esas experiencias, sino que las está viviendo en tiempo presente. Por eso es importante que uses los verbos en presente para dirigirte a él, como si de un guión se tratase. El lector es el actor que interpreta el papel que tú has creado.
De cualquier forma, piénsatelo bien antes de ponerte a escribir un texto en segunda persona. Tiene que ser algo muy específico que de verdad lo requiera y además hay que saber hacerlo bien, porque si no es muy posible que los lectores se sientan confusos con este narrador.
Si a pesar de las dificultades que implica tienes ganas de aventurarte con este tipo de narrador, te recomiendo que te leas antes algunos libros escritos con dicha técnica, para ver dónde funcionan y dónde fallan, para analizar sus mecanismos. Los dos que comentaba antes pueden ser de mucha ayuda.
Entradas relacionadas:
1ª parte | Tipos de narrador
2ª parte | El narrador omnisciente
3ª parte | El narrador equisciente
4ª parte | El narrador testigo
5ª parte | El narrador en segunda persona. Lo estás leyendo
6ª parte | El narrador en primera persona
7ª parte | El narrador en los diálogos
Comentarios (18):
Ricardo
06/06/2013 a las 17:59
Es la explicación poiética más correcta que he leído, como ejemplo para quienes se inician en el arte de redactar en segunda persona. ¡Bravo!
Literautas
13/08/2013 a las 18:16
Gracias, Ricardo. Nos alegra que te guste. 🙂
Un abrazo
Sebastian
04/08/2013 a las 03:16
Yo una vez lei un libro llamado Los Frios Vientos del Infierno o algo así. Y ahí existían tres personajes desde los cuales se contaba la historia, uno lo hacía de una forma protagonista, otro de una forma omniciente y el otro en segunda persona. Y tengo que admitir que detesté el libro. No encontré nada más incómodo que leer un libro que me decía que yo hacía y decía cosas que nunca he hecho xD. Fue raro, jamás me sentí dentro del libro.
Literautas
13/08/2013 a las 18:18
Buf, no he leído el libro pero parece una elección arriesgada de narradores. Ya es complicado de por sí manejar una segunda persona, para cuanto más si te pones a mezclarla con otras… Pero bueno, quien no arriesga… 😉
un abrazo y gracias por tu comentario
F
24/05/2014 a las 21:12
Se te olvidó “Aura”, de Carlos Fuentes. Saludos
Sacul
03/09/2014 a las 01:44
Una excelente serie escrita en segunda persona es la de “Elige tu propia aventura”. Está dirigida principalmente a niños y preadolescentes, pero están muy bien escritas, ¡y hasta uno puede tomar desiciones que cambien totalmente la historia!
Luciano Sívori
04/09/2014 a las 21:03
En efecto, yo también pensé en ETPA (Elige tu Propia Aventura). Hace poco hice una suerte de homenaje a esos libros que representaron gran parte de mi infancia. ¡Se los comparto!
http://viajarleyendo451.blogspot.com/2014/07/elige-tu-propia-aventura-o-como-revivir.html
jose luis jimeno
12/08/2015 a las 20:23
Probablemente el la semana que viene, sale a la luz mi primera novela «Ven, dulce muerte» Toda la primera parte de la novela está escrita en segunda persona, pero, insensato de mi, en tiempo pasado.
Pero es que no podía contar de otra forma como una voz interior que, en un trémulo tono de reproche, le dice al personaje que se va hundiendo porque la vida le duele, porque busca la muerte como dulce cobijo a tanto dolor.
No he sabido hacerlo de otra forma, pero después de leer el sabio comentario del experto estoy convencido de que la novela va a ser un completo fracaso.
Literautas
13/08/2015 a las 07:49
José Luis, no pienses eso. Lo que comentamos en el post es lo habitual, lo que se adhiere a la norma, pero no significa que uno no pueda salirse de ahí si la historia lo pide. A veces hay que experimentar y atreverse a ir más allá. La clave, como siempre, está en que la historia se entienda. Si es así, no te preocupes por el narrador porque puede funcionar igualmente. 🙂
Un abrazo y mucha suerte con esa novela
jose luis jimeno
13/08/2015 a las 19:11
Muchas gracias por vuestro ánimo y por tranquilizarme.
También estoy en el blog Crónica del alba como Milkas.
Un abrazo y gracias de nuevo por desearme suerte. Ya os contaré.
Yubany
20/11/2015 a las 20:38
Excelente descripcion del narrador en segunda persona y las recomendaciones de lecturas escritas de este modo.
BA
24/08/2016 a las 20:05
¿El principíto entra en ésta categoría?
José Pérez
23/11/2017 a las 20:50
Me gusta aprender, agradezco lo aprendido. Gracias, excelentes lecciones.
julia paula
31/01/2018 a las 17:46
muy buena explicacion gracias besos
Sarah
11/04/2018 a las 10:31
En el libro ´´fans de una vida imposible´´ los capítulos se dividen siguiendo a los tres protagonistas pero los capítulos de cada protagonista están narrados así: uno en primera persona, otro en tercera y el otro en segunda pero el protagonista de los capítulos en segunda persona no es el lector, se lee como si alguien más estuviera contando lo que otra persona hizo, (ejemplo: fuiste a la cocina por la mañana y te preparaste el desayuno) pero se refiere a uno de los protagonistas, no al lector.
Mara
03/02/2019 a las 15:20
Hay un libro del año pasado que está entero escrito en segunda, y tiene una extensión considerable para mantener este tipo de narrador. No sé si lo venden acá y apenas se conoce: “Cómo escapar de tu país sin perder la estupidez” jaja, está bueno.
patricia
24/08/2020 a las 17:43
Gracias por las sugerencias. No es sencillo hacerlo.Lo estoy haciendo y creo que caigo en mis propias trampas, jaj
Silvia Seiffe
16/05/2022 a las 23:40
Acabo de leer Aura de Carlos Fuentes y responde en todo a las características explicadas aquí, de este narrador. Y es corta, 50 páginas, por lo que no decae en ningún momento el control sobre la escritura. El libro me atrapó!!