<< Volver a la lista de textos

Plan día doce en Cielo Roto de la Boca del Monte - por Yoli L.

Web: https://aprendiz-literatura.blogspot.com/p/temas.html

Porfirio "el Caja Fuerte" Piedra y Samudio "el Mano'e Relojero" Brenes, quieren llevar a cabo un plan para romper con la rutina de su ciudad.

— ¿Qué situación se les presenta a pesar de estar concebido con tanta malicia?

— ¿Será que hay algo que se los impida en el último momento?

***

Cielo Roto de la Boca del Monte, es un pueblo pequeño que se encuentra alejado de la capital, se distingue por ser organizado, con calles muy limpias, estructuras y puentes bellamente decorados, cuenta con Municipalidad, iglesia, parques, entidades bancarias, supermercados, tiendas y demás comercios.

En esta villa nunca acontece nada extraño que altere el orden. El único problema, es el clima, tienen pocas horas de sol al día, por lo que la lluvia llega cuando menos se le espera, por ello, el nombre con que fue bautizado el poblado.

Todos se conocen y es usual escucharlos llamarse coloquialmente por el apodo, mismo que denota algún atributo de su personalidad.

***

A unas cuadras de allí, beben aguardiente y escuchan un tango, Porfirio "el Caja Fuerte" y Samudio "el Mano'e Relojero", conversan sobre un "plan secreto" a poner en práctica, que cambiará la monotonía de ese lugar.

—Desde hace unos días, deambulo sin rumbo fijo y siempre termino en la misma banqueta, comiéndome una naranja y pensando: ¡Algún día me atreveré!— expresa Samudio.

—¡Sabes, también he tenido esa misma intención al pasar por ahí! —exclama Caja Fuerte reforzando la idea, y se frota las manos con satisfacción, pues tiene la certeza que al lado de su compañero podrá llevarlo a cabo.

—Entonces, —dice el primero con esa malicia que lo caracteriza— planifiquemos con mucha precaución: fecha, hora de llegada al sitio, elegir el banco, la acción a desempeñar cada uno y estar preparados ante cualquier inconveniente si nos descubren.

—¡Será el doce! Es la celebración del patrono de las cosechas y todos estarán reunidos muy temprano en la iglesia, trabajaremos con tranquilidad y cuando salgan de ahí, ya todo estará consumado —responde con satisfacción.

Ultiman detalles y ambos se muestran de acuerdo.

—¡Sellemos esta alianza! —Dicen al tiempo que levantan y chocan los vasos.

***

Señalado con un círculo en el almanaque, llega el día esperado.

Están emocionados y nerviosos, es una mañana que se les muestra como un lienzo en blanco.

Para comenzar con el plan, visten con traje que les aporta facilidad de movimiento y unas botas livianas.

Completan el atuendo con unas gafas.

—¡Van perfecto! —exclama "el Caja Fuerte" mirándose sonriente en el espejo.

Mientras desayunan apresuradamente, observan como los rayos de sol al penetrar por una hendija, iluminan el frasco de vidrio que está al centro de la mesa, cuyo interior guarda un roedor de resina, la “mascota” de su jefe.

—La viuda lo trajo como un regalo del difunto —recuerda uno de ellos con nostalgia. Todo lo que él se proponía, salía bien si llevaba ese talismán consigo —agrega.

Pero el día en que murió fulminado por un rayo, le había dejado en casa —rememoró Samudio. Por lo que te encargo llevarlo en esta misión para tener la suerte necesaria —añadió levantándose de la mesa.

Toman las herramientas necesarias para ejecutar la tarea, entre ellas: la escalera, bolsas plásticas, guantes y las pistolas cargadas para la ocasión.

Al salir a la calle, observan una que otra nube oscura en el cielo, como si fuera a llover pronto, por lo que quieren apurar el asunto.

Han llegado al lugar de su objetivo, no hay persona a la vista, momento idóneo para comenzar a ejecutar el acto, y en ese momento los asusta un ruido tan fuerte como salido de una escopeta.

Vuelven la mirada hacia el sector de donde proviene y se dan cuenta con asombro, que es un relámpago, seguido de un fuerte aguacero, que ya para ese momento los está alcanzando.

—¡Nooo! Cómo es posible que tengamos que abortar este magnífico plan —vocifera con enojo "el Mano'e relojero", se vuelve a su amigo y le pregunta:

—¡¿Caja fuerte, será que no trajiste el amuleto?!

Como respuesta, baja un poco la cabeza y la mueve despacio de un lado a otro, con la actitud del que sabe cometió un error.

—¡Ves! ¡Te lo dije, sin él las cosas no salen bien! —añade Samudio alterado.

No les queda más que recoger los implementos y regresar a casa, mojados y entristecidos, estos empleados del municipio, que vieron frustrado su propósito.

El de pintar los bancos del parquecito.

https://aprendiz-literatura.blogspot.com/p/temas.html

Comentarios (23):

Andrea

17/02/2017 a las 20:30

Hola!
Te había leído el mes pasado y volví a ver qué habías escrito esta vez…

Lo único que te diría es que revises la puntuación. A veces sobran comas, p. ej.” Porfidio (…) y Samudio (…) quieren llevar a cabo (…)”, “Cielo Roto de la Boca del Monte es (…)”, “El único problema es el clima (…)”. Y el guión del diálogo en el párrafo en que habla Samudio (“Pero el día en que murió fulminado”).

Tienes un estilo muy “tuyo”: a medida que avanza el relato aumenta la tensión, y no sé si coincidió las dos últimas veces o lo haces siempre, pero tus finales son inesperados y muy tiernos. Me arrancó una sonrisa tu texto 🙂

José Tapia

17/02/2017 a las 21:11

Saludos Yoli, siempre pensé que se trataba de un asalto a un banco, hasta que me encontré con ese remate encantador, tienes buenos matices, los nombres de tus personajes, el nombre del pueblo, suenan bien. Me gusta tu estilo.

Un abrazo latino.

Yoli L.

17/02/2017 a las 23:56

Hola Andrea

Gracias por volverme a visitar!

Tomaré en cuenta tus consejos.

Trato de ir desarrollando el texto de manera que tenga un final inesperado, me gusta saber que lo logro 🙂

Te buscaré para devolverte la visita!

Un abrazo!

Yoli L.

17/02/2017 a las 23:58

Hola José Tapia

Gracias por tus comentarios, me ayudan a seguir adelante.

Un abrazo!

Leosinprisa

18/02/2017 a las 10:53

Hola Yoli L.

Escrito peculiar, con un final que es inesperado, pues uno piensa, como yo creo todo el mundo, se trata de unos atracadores dispuestos a perpetrar su fechoria.

Lo que te aconsejaría es que tal vez quedan mejor los nombres de los personajes en el resto de la narración a que uses sus apodos para cuando tratas de ellos. Es una opinión personal, pero creo que quedaría mejor.

Un relato imaginativo y con una pizca de humor que me encanta. Sobre todo al final, escueto y demoledor, que no puede evitarte una sonrisa.

Un placer leerte. Un saludo.

Yoli

18/02/2017 a las 12:53

Hola Yoli L.
Me gusta tu relato, está muy bien escrita y has descrito muy bien la ambientación del lugar. Al igual que dice Andrea, eres de los que le gusta sorprender al final y eso es muy bueno y me gusta, sobretodo porque tus finales me hacen arrancar una sonrisa. Te seguiré leyendo.
Si quieres leer el mio, soy el 105.
Saludos.

Yoli L.

18/02/2017 a las 17:49

Hola Leosinprisa

Gracias por pasarte a leer.

A como dices “…pues uno piensa, como yo creo todo el mundo, se trata de unos atracadores dispuestos a perpetrar su fechoria.” Vieras que lo leí en un Taller de Literatura, que asisto en mi país, y los compañeros al final de la lectura además de que les provocó mucha risa, me externaron eso mismo jeje.

Saludos!

Yoli L.

18/02/2017 a las 17:52

Hola Yoli (tocaya)

Gracias por contar nuevamente con tu visita a mis relatos, me agrada saber este también te ha gustado.

Pasaré a leerte.

Un abrazo!

Táctico

18/02/2017 a las 23:20

Buenas Yoli L.

La historia me pareció muy divertida. Casi me recuerda a aquellos relatos en los que el villano, junto a su torpe secuaz, intenta cometer todo de tipo de fechorías que siempre acaban en fracaso. Aunque los personajes, en este caso, no son villanos. También se ve que usas un estilo muy particular.

Entrando en materia, en la descripción inicial del pintoresco poblado me cuesta ver la continuidad en la descripción a partir de “…bellamente decorados, cuenta con Municipalidad” En lugar de la coma, sería conveniente un punto y seguido. Además, para que no quede coja la frase anterior, creo que “estructuras” necesita un adjetivo. Algo como “…esbeltas estructuras y puentes bellamente decorados.”

En el diálogo, escribes “…-Exclama Caja Fuerte reforzando la idea,…pues tiene la certeza de que al lado de su compañero podrá llevarlo a cabo.” Aunque entiendo que te refieres al “plan”, y por eso pones “llevarlo”, en la oración haces referencia realmente a la palabra “idea”, por lo que debería ser “llevarla”.

Posteriormente, cuando escribes “…visten con traje que les aporta…” creo deberías poner “un” antes de traje. Si prefieres no colocar el “un” debido a tu estilo, puedes cambiar al plural para que suene mejor “…visten con trajes que les aportan…”

Cuando dices “…le había dejado en casa” ese “le” es un leísmo. Aunque imagino que, en este caso, lo usaste para darle una mayor personalidad al personaje. En caso contrario, debería ir un “lo”.

Como te dije al principio, el relato me ha parecido bueno y divertido. Aunque, creo que podrías haber hecho una escritura más esperpéntica si cabe, con el fin de resaltar aún más el lado humorístico del mismo.

Gracias por pasarte antes a leer mi texto.

Un Saludo.

Yoli L.

19/02/2017 a las 02:57

Hola Táctico

Gracias por pasarte por mi relato, tomaré muy en cuenta tus apreciaciones, dan hilo para mejorar la historia y hasta darle un giro esperpéntico como lo sugieres.

Saludos!

Henar Tejero

19/02/2017 a las 08:04

Hola Yoli,
Tu texto me ha parecido muy divertido. El final es de lo más inesperado y es lo que le da un toque de humor.
El relato está bien narrado, es fácil de entender y se entiende bien.
Los nombres tan rebuscados le dan un toque personal.
Me ha gustado tu relato.
Gracias por comentar mi relato.
Sigue escribiendo!!!

K. Marce

19/02/2017 a las 08:12

Saludos Y:

Ya he concluído mis lecturas obligadas, por lo que estoy en la parte que me gusta comentar a voluntad.

Concuerdo con las mejorías al texto que te han marcado. A mi críterio, desde el nombre de los susodichos, y el del pueblo (que me ha gustado mucho), la historia ya traía un sello muy peculiar. Te confieso que tengo sinéstesia, que es cuando los sentidos se te combinan. En mi caso, los combino todos, menos el tacto. No me sucede siempre, pero a veces puedo percibir aromas o sabores cuando leo/digo una palabra. Lo que sí es que siempre, las palabras son imagenes terriblemente vívidas para mí, así que la mente me vuela a medida que leo. Es por ello que concuerdo con Táctico y las descripciones del pueblito. Si me fue notorio ese aspecto. Sin embargo, esa vívidez de imagen, me hizo ver más allá a lo que has escrito.
Y como se me combina el oído, todo el texto lo escuché mentalmente tal cual lo leyera un personaje muy campechano; que mi hermano escucha por Internet en YouTube. Ese personaje cuenta historias de individuos muy criollos. Creo que es de Nicaragua, el programa se llama “Pancho Madrigal”.
Tu final me hizo lanzar una carcajada. ¡Broche de oro! Esas vueltas de tuerca siempre son muy buenas, sobre todo porque el autor a conciencia ha querido impregnar otra idea al lector durante el desarrollo de la lectura. (aunque no entiendo por qué llevan escaleras para pintar “los bancos del parque” y el temor a ser descubiertos, jejejeje)
Te felicito. Me ha gustado mucho. ¡Nos leemos!

Wester

19/02/2017 a las 13:04

Hola Yoli,

Buen trabajo, sobre todo el final (inesperado y divertido) y los nombres de los personajes y de la ciudad.
Aspectos a mejorar (bajo mi humilde e inexperta opinión): algo de puntuación que no haga algunas descripciones parecer muy ‘amontonadas’. También,personalmente, habría suprimido la parte en la que dices que la localidad ‘cuenta con Municipalidad…’ y habría dado alguna peculiaridad más llamativa del municipio en su lugar, algo que le caracterizara o le hiciera diferente. Si no, tal vez era mejor no poner nada.

Bien hecho, abrazos

Cryssta

20/02/2017 a las 14:18

Hola Yoli, un buen relato con final sorpresivo, eso me encanta.

En cuanto a los mejorables:

– dices “tienen pocas horas de sol al día, por lo que la lluvia llega cuando menos se le espera”, tener pocas horas de sol no tiene por qué ser condición para que haya lluvia

– “un “plan secreto” a poner en práctica, que cambiará la monotonía de ese lugar” es redundante, ya habías hablado de ello al principio

– “al penetrar por una rendija”

– “El de pintar los bancos del parquecito con colores vivos” o con flores, o con lo que sea que destaque y saque de la monotonía de la que se quejan

Un abrazo.

Yoli L.

20/02/2017 a las 17:26

Hola Henar Tejero

Gracias por tus conceptos, me anima a seguir adelante!

Saludos!

Yoli L.

20/02/2017 a las 17:37

Hola K. Marce

Divertísimo lo que me comentas, me refiero a esa cualidad tuya de sinéstesia (algunas veces a mí me sucede y disfruto más de la lectura :)lo practicaré más a menudo), que te ha evocado hasta el escuchar a los personajes.

Te comento que Nicaragua es mi vecina (vivo en la capital de Costa Rica) por lo que comprendo lo que me dices con ese acento tan particular que tienen:).

Por lo demás, muy agradecida con tu visita y el haberte sacado una sonrisa, ya que sé por el momento que pasas, del cual ya te había enviado mis condolencias. Mucho ánimo y a seguir adelante.

Un abrazo!

Yoli L.

20/02/2017 a las 17:43

Hola Cryssta

Tienes razón en lo que me comentas y lo tomaré en cuenta no solo para afinar este texto, sino para los relatos futuros.

Saludos!

Luis Ponce

20/02/2017 a las 23:58

Hola Yoli L.:
Gracias por tus comentarios en mi relato.
En cuanto al tuyo: me ha encantado la idea, con algunas salvedades.
Como ya te dijo K. Marce resulta extraño que lleven escaleras para pintar bancos. Igual la relación entre las horas de luz con la lluvia, hay pueblos que de acuerdo con la estación tiene cuatro horas de luz, pero no llueve.
A partir de la segunda ocasión, es suficiente si usas sólo el alias de los “delincuentes”.
Entiendo que tiene que hacerlo a hurtadillas porque no sería la primera vez que alguien no repara en la pintura nueva y daña su ropa.
El giro final cargado de humor, desbarata cualquier posibilidad de un relato de asalto bancario bien premeditado.
Admiro el humor y no es fácil escribirlo, como ya te comenté alguna vez.
Aplausos.

Yoli L.

21/02/2017 a las 00:57

Hola Luis Ponce

¡Muchas gracias por pasarte por mi relato! Y por tus conceptos.

Si, para incluir la palabra “escalera” ha quedado un poco forzada, sin embargo, se podría deducir que es parte de las herramientas que esos empleados deben llevar sea cual sea su trabajo, sin embargo, como noto que al lector no le calza esa herramienta en esa labor, optaría por eliminarla.

Sobre el clima, toda la razón, le daré otro giro a ese párrafo.

Con respecto a los apodos, busqué información para saber como usarlos y no encontré nada concreto.

El compañero Leosinprisa me dice que use los nombres de los personajes en el resto de la narración y tu me sugieres más bien utilizar los apodos, no me queda claro. Agradezco a quien me indique donde puedo encontrar información de cual es la forma más usada.

Valoro en todo lo que valen los comentarios que me aporten porque me hacen aprender, para eso estoy en esta página.

Saludos!

charola

21/02/2017 a las 09:15

Hola Yoli L.

Me gustó tu relato. Hay una buena presentación del escenario, de los protagonistas, el plan perfecto que van a llevar a cabo y entonces surge el problema: la lluvia que malogra todo por no haber llevado el talismán.
Y viene rápido el final, inmejorable, que nos da cuenta a la vez de cuál era el plan. Sorpresa y desconcierto para el lector, pero necesariamente aflora la sonrisa pues el relato cae bien. ¡No era lo que habíamos pensado!

Gracias por tu relato. Ya te dijeron los mejorables.
Felicitaciones.

Yoli L.

21/02/2017 a las 19:15

Hola Charola

¡Lo resumes fantástico!

Gracias ser lectora de mis relatos.

¡Un abrazo!

Marcelo Kisi

25/02/2017 a las 10:21

Hola Yoli L.!

Mil gracias por tu comentario a mi relato, tendré en cuenta tu comentario a la hora de la pulida, porque tenés razón en lo de las repeticiones, son siempre muchos “botones” a apretar y tener en cuenta, como cuando manejás un avión 😉

Me pareció super divertido tu relato! Estás nada más empezando y ya lográs armar una historia que tiene una estructura definida, un ritmo exacto y un final inesperado. El hablar del clima es algo que recomiendo no utilizar, o hacerlo lo menos posible, por ser tan lugar común y tan aburrido (yo lo llamo “literatura meteorológica” 😉 ), pero hete aquí que vos lo utilizás como “la pistola en el primer acto” que debe reaparecer en el último! Brillante! Si seguís así, con la ayuda de las pulidas que te van marcando los compañeros, vas a dominar este arte muy pronto!

Un elemento que no te han comentado todavía, y por eso te puedo innovar en algo, es el de los registros del lenguaje (tipo, nivel y estilo de lenguaje), que deben ser en lo posible diferenciados, entre el narrador y los personajes y, de ser posible, el de los personajes entre sí. Esto último es muy difícil, y muchos escritores, incluso profesionales, hacen hablar a todos sus personajes de la misma manera, en el mismo tono y registro. En la realidad, cada persona tiene su propio estilo, repite otras muletillas, tiene su propio estilo según su profesión o su nivel social o formación educativa, está más tranquilo o más enojado al hablar, etc.

Fijate que en tu relato, tanto el narrador como los personajes, utilizan palabras quizás demasiado elegantes al hablar, cuando el chiste de tu cuento es hacernos creer que son asaltantes de banco. Entonces tenés que hacerte la pregunta: ¿así hablan personas que se hacen llamar “Caja fuerte” y “Mano’e relojero”?

Queda muy bien que el narrador diga cosas como: “….exclama Caja Fuerte reforzando la idea, y se frota las manos con satisfacción, pues tiene la certeza que al lado de su compañero podrá llevarlo a cabo.”, pero palabras como exclamar, satisfacción, certeza, llevar a cabo, son menos típicas de dos personajes de baja monta.

Para elegir un párrafo cualquiera, digamos: “—Entonces, —dice el primero con esa malicia que lo caracteriza— planifiquemos con mucha precaución: fecha, hora de llegada al sitio, elegir el banco, la acción a desempeñar cada uno y estar preparados ante cualquier inconveniente si nos descubren.”

“Planificar con precaución” (en lugar de “Hagamos un buen plan”); “hora de llegada al sitio” (en lugar de “cuándo vamos”); “la acción a desempeñar” (en lugar de “qué hace cada uno”); “cualquier inconveniente” en lugar de (“y cómo nos rajamos si algo sale mal y viene la yuta” -esto me salió en slang argentino por “cómo salimos corriendo si viene la policía”, pero se entiende la idea).

Dicho esto, resultaba ser que no eran asaltantes, sino pintores, quizás incluso artistas. Entonces sí podrían hablar elegantemente. En ese caso, para crear un efecto humorístico, la recomendación sería hacerlos hablar adrede de modo aun más elegante, exagerando el rococó, y por supuesto tendría que ser muchísimo más barroco que el estilo del narrador, porque si no, no se nota el efecto.

Todo esto te lo digo nada más porque creo que tenés talento, ya podés dar un salto de nivel, y trabajar el aspecto de esto que se llama “nivel de lenguaje”. Específicamente en este relato, podés no estar de acuerdo, o elegir una de las dos maneras (lenguaje de rateros o de intelectuales exagerados), pero el mensaje es el mismo: elegir estratégicamente cómo hablarán el narrador y cada uno de los personajes.

Espero que esto te sirva, porque me encantó tu historia, tu imaginación y tu estilo!

Y una última cosa, si ya estamos en el humor (y si no te molesta, claro): Costa Rica es uno de los países más hermosos de América Latina. Como dijiste que vivís en San José, te pediría que me dijeras tu dirección postal, una de las cosas más risueñas que tienen los “ticos”. Como estamos en la web, no conviene que digas tu dirección verdadera, así que te pediría una dirección cualquiera, o imaginaria, para que los compañeros conozcan un aspecto cultural que tienen allí y que a mí personalmente me parece exquisito 🙂 . Para crear suspenso y curiosidad: en San José no ponen nombres a las calles ni números a las casas. ¿Cómo dicen entonces sus direcciones o cómo las escriben en los sobres de cartas?

Un gran abrazo, Yoli L., y a seguir! 🙂

Yoli L.

25/02/2017 a las 18:47

Hola Marcelo

Agradezco en todo lo que vale tus consejos de forma y sobre todo el tiempo que te tomaste en ello, pues se lo ocupado que estás.

Me he reído montones de como me sugieres pulir el relato, y es con consejos como estos, que se aprende a escribir.

Gracias por los conceptos hacia este país y mi gente. Ya estamos tratando de modernizarnos con las direcciónes :), pero aún encuentras en las zonas rurales quien te diga: “Don Remigio, vive ahí a la vueltilla (y son casi 5 kilómetros), en la casa pintada de verde, donde hay un perro echado”.

Si cambiaron el color de la casa o el perro ya no está, te perdiste jeje

Y de ponerla en un sobre diría por ejemplo: Francisco “Chico” Valverde, Barrio el Coyol, de la pulpería de Don Beto, doble a la izquierda, la casa de muro azul. Guanacaste, Costa Rica.

Al ser este un país de 52mil kms cuadrados, casi todos nos conocemos en los barrios y más allá, por lo que si cambia el color de la casa u otras señas en esa localidad, pregunta por la persona y la conocen, eso sí, en algunos casos, es mejor saber el apodo.

Preguntar por Francisco Valverde, los lugareños podrían hacer “cara de pregunta”, pero por “Chico Valverde”, si que le dicen donde vive 🙂

Nota: En el texto anterior también debo tener errores de forma jeje, me va fatal sobre todo con los tiempos verbales y aún no encuentro material que se centre en ello, para entender como utilizarlos correctamente.

Por lo demás un gusto y espero seguirnos leyendo.

Un gran abrazo!

Deja un comentario:

Tu dirección de correo no se publicará. Los campos obligatorios aparecen marcados *