Para el ejercicio de hoy es necesaria la colaboración de otra persona, pero tranquilos, no hace falta que esa persona lo sepa. Se trata de sacar el voyeur que, como cualquier escritor, seguro que lleváis dentro.
La persona que necesitas para realizarlo tiene que ser alguien a quien no conozcas. Para encontrarla, puedes salir a la calle, visitar un lugar público o asomarte por la ventana. Busca a alguien que llame tu atención y observarlo unos instantes. Cuando lo hayas hecho, ponle un nombre, imagínate dónde vive, a dónde se dirige, a qué se dedica, cómo es su vida.